Números que dan que pensar

por Máximo Gur Méndez

Ayer el dirigente pálido Iafigliola (el de la rima fácil) culminó su vieja aspiración de contar uno por uno cuántos ciudadanos uruguayos se toman el trabajo de manifestarse un domingo con sol a favor de la Inquisición o de alguna otra cacería de brujas.
Y juntó algunas firmas e hizo que todos nosotros pagáramos un vagón de plata para que él se sacara el gusto.
Pero los números de ayer y otros son dignos de usarse para pensar.
Empiezo por el principio:

• en las elecciones internas pasadas hubieron algunos candidatos que sabíamos que no iban a conseguir muchos votos. Algunos como Gustavo Paye sacaron más votos que Pablo Meares y todo su séquito (3.000 a 2.000, respectivamente.) Dentro de los bermellones el que pasó a la historia fue José Gervasio con 3 votos (si: tres!). Pero el que tapó la boca a más de uno (a mi, por ejemplo) fue Colector Abierto con Manini Arroyos que consiguió más de 46.000.
• en el prerreferendum de ayer la propuesta contra la ley de protección de personas trans que impulsaba Iafigliola (que en las internas tuvo 1.675 votos) llegó a la friolera de 266.500 adhesiones!!!

Obviamente que no le alcanzó pues necesitaba más de 650.000 (el 25% del padrón electoral) y no llegó al 10%.
¡Pero hubieron 266.000!

Señoras y señores lectoras y lectores de La Galanga. 

Ayer fueron a votar mas tipos convencidos de las patrañas de Iafigliola que los que leen La Galanga en tres o cuatro años seguidos.

A ver si difundimos un poco este opúsculo que nos están pasando el peine fino y después no hay manera de argumentar en contrario.

¡¡¡¡A difundir La Galanga YA!!!!

¡¡Indignante!!

¡Se veía venir!
El cúmulo foráneo y progresista iba a interferir en nuestro calmo país y sus costumbres.
La Galanga está en condiciones de aseverar que el prereferendum para eliminar la Ley de protección a las personas trans no tendrá los votos suficientes porque los inadaptados de siempre se han encargado de ahuyentar a nuestros juiciosos ciudadanos.
Datos: en cada circuito están habilitados unos 800 ciudadanos y, para que el prereferendum siga, deben obtenerse el 25% de votos (unos 600.000 votos en el país; alrededor de 200 por circuito).
Nuestro personal de encuestas de Gallup & Ketchup ha salido de recorrida en los circuitos y se ha encontrado que en las primeras cuatro horas de votación (hasta la recorrida de las 12:00 hs) el número de votantes oscilaba entre 4 y 20 por circuito.
¿Por qué tan baja participación?
Porque en varios circuitos los representantes varones de la mesa te recibían la credencial para votar como en la foto que nos alcanza Raíz Cuadrada Gurméndez, corresponsal especial.
Y en otros tenían el celular pasando a Freddie Mercury cantando Bohemian Rhapsody.
¡Así no se puede!

Foto de Raíz Cuadrada Gurméndez

PD: Es absolutamente verídico

Comentarios

Lo lindo de esto es hacerle frente al odio de ciertas personas de una forma novedosa, hilarante y disfrutable. Brindo por este amigo!
Raiz Cuadrada 

A cuidar los niños

por Mínimo Gurméndez

Mañana en nuestro país se cumple una vez más el rito de permitir que la democracia prime sobre todas las cosas; incluso sobre las pelotudeces. Es que el precandidato pálido Iafigliola (el de rima fácil) en un arranque actual de protección infantil increíble, salió a juntar firmas para que mañana se ponga a consideración de los uruguayos si es posible poner en referendum la Ley conocida como de Trans.
¿Por qué digo de actual protección infantil?
Porque cuando juntó las firmas denostaba y atacaba a la ley por su protección a las personas trans. Claro; eso le duró poco. Porque es muy jodido estar en contra de la reparación a un largo abuso a los más desprotegidos.
Entonces cambió la mira para que su predica ultra-religioso-conservadora no se notara tanto. Se dedicó a defender a los menores que (según él) podrían hormonizarse por su sola voluntad (sin pedir permiso a los padres). Y así tiró el bolazo de que niños de 6 u 8 años (Sic) podrían ir al médico (solitos nomás) y decirle "Yo quero tomar holmonas, señol". Y el médico va y le da hormonas que cambian a ese hermoso Adonis en una pálida Minerva.
O viceversa.
Iafigliola nos quiso hacer creer que su prédica es en pos de salvaguardar la salud e integridad de los niños. Iafigliola ignora, y nos pretende hacer ignorar, que la verdadera amenaza a nuestros niños lamentablemente no pasa por esta ley de personas trans. Se reciben más de 3.000 denuncias por año sobre violencia intrafamiliar, doméstica, abuso sexual, trata de personas, etc que involucra niños.
Leyó bien, lamentablemente.
Más de 3.000 denuncias anuales nos gritan que la violencia que hoy estamos viviendo en cualquier lado (en el Estadio, en el tránsito, en el trabajo, en la calle) involucran a niños, niñas y adolescentes. Y solo son los que se denuncian, que todos sabemos que no son todos.
Iafigliola no quiere hormonizar a los niños, pero tampoco hace nada para armonizarlos. Armonizarlos con su familia, con sus amigos, con ellos mismos y el sexo que les toca o quieren.
Ni una ley de protección a niños, niñas y adolescentes ha contado con su inmaculado apoyo.
¿Irán mañana mas de 1.675 personas a votar? Porque 1.675 fueron los votos que sacó el bueno de Iafigliola en las Internas.

Los Jupos de hoy en día

por Máximo Gur Méndez

“Los fascistas del futuro no van a tener aquel estereotipo de Hitler o de Mussolini. No van a tener aquel gesto de duro militar. Van a ser hombres hablando de todo aquello que la mayoría quiere oír. Sobre bondad, familia, buenas costumbres, religión y ética. En esa hora va a surgir el nuevo demonio, y pocos van a percibir que la historia se está repitiendo”. Aunque esta maravillosa sentencia no fue escrita por Saramago (como se le atribuye) igual nos debe de ayudar a reflexionar sobre nuestro presente y el futuro de mis nietos.

La foto del candidato Manini Arroyos junto al muchachito con una remera neonazi (ver artículo de La Galanga cliqueando aquí) movió a mi hermano Medio Gurméndez a hablar sobre las palabras al viento y al pedo del Tete Musica; y a mi a reflexionar sobre los nuevos jupos.

Los jupos eran los integrantes de la JUP (Juventud Uruguaya de Pie) de fines de los '60s y principios de los '70s. Fundada por otro Manini Arroyos (¡Oh, qué casualidad!) era un grupete de jóvenes, reaccionarios, que se enfrentaban a balazos (propios o de la policía que los protegía) con los otros de los grupos de izquierda. No necesitaban camisetas con letras raras ni de equipos de fóbal manifiestamente fascistoides. Se entendían entre sí y con sus patronos y benefactores con solo escucharse. Y tenían pinta de buenos muchachos, prolijos y bien vestidos; no barbuditos y desaliñados como esos izquierdosos que hacían huelgas y pintaban muros. Y estaban implicados en cuanto ataque a balazos o cadenas hubiera de asambleas en liceos o a la salida de la casa del dirigente estudiantil. Y se los encontraba misteriosamente en las inmediaciones de los lugares donde habían herido o muerto a algún estudiante (y hubieron tantos ...). Y los jupos crecieron y se convirtieron en Consejeros de Estado (el "parlamento" durante la dictadura, elegido a dedo por el dictador de turno), en dueños de radios o grandes empresarios.
No se trataban de mimetizar con los neonazis de atrás del océano. Alcanzaba con leer el semanario Azul y Blanco o el diario La Mañana, no necesitaban fotos con manos levantadas.
Pero existían. Igual que los que ahora rodean a Manini sin que éste sepa (?). Capaz que esa es la diferencia: que el Manini Arroyos de hoy dice que no sabía.