El otro día andaba de un lado para el otro y me senté en un restaurante a comer algo rápido.
Mientras esperaba no pude dejar de oír la conversación que mantenía la pareja que estaba sentada atrás mío.
- ¿Estás seguro?
- ¿Y por qué no? Ya estamos medios creciditos, ¿no?
- ....
- Y a esta altura del partido no hay que arrepentirse tanto de las cosas. Hay veces que las oportunidades no se repiten.
- Tenés razón. Y además nos queremos, ¿no?
- Obvio.
- Dale.
- ¡¡Mozo!! ¡¡A la milanesa a la napolitana póngale dos huevos fritos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario