El comunicado de Lalagaña

 por Mínimo Gurméndez

Gracias a la amistad que por años nos une con Lalagaña es que estamos en condiciones únicas e inéditas de compartir con nuestro amable y paciente público lector, el comunicado del ministro Lalagaña con respecto a los hechos ocurridos en la plaza
Liber Seregni.

Dice así:

...

Y con respecto a los hechos sucedidos y acaecidos en la plaza Seregni los paso a relatar tal cual fueron en una suerte de raconto fáctico si se me permite la expresión.

Las inmaculadas fuerzas del orden llegaron a la citada plaza en avanzado horario nocturno dado que fueron llamadas a intervenir por la denuncia al 911 de quien se identificó la señora de los gatos del segundo piso. Dicha ciudadana, colaborando desinteresadamente con la milicia nacional, alertó sobre la presencia de hordas de individuos que al son de instrumentos de percusión ponían en peligro la salud barrial y los tímpanos de la susodicha denunciante. 
Se despacharon 5 patrulleros, cuatro motos, un ómnibus y dos tanquetas con una dotación total de solo 75 funcionarios, dos jerarcas y un fotógrafo.

Al llegar al citado lugar se encontraron con la presencia de una multitud compuesta por 29 personas de ambos sexos, aparentemente mayores de edad, que no guardaban ni ahí la distancia aconsejada de dos metros entre cada uno. Estaban más bien uno al lado del otro; lo mas parecido a un ómnibus de CUTCSA.

Al apersonarse la guardia policial se nota que hay movimientos sospechosos en la turba por lo que inmediatamente se les da la orden de dispersión al grito de: "A ver, pichaje; es hora de dispersarse. ¡Se acabó el recreo!"

Lejos de cumplir con la orden y mandato oficial de la policía presente comenzaron a oírse ofensas de subido calibre tales como "¡Milicos de m*erda!, callate botón, la *oncha de tu hermana!"

A pesar del profesionalismo que caracteriza a nuestra fuerza disuasiva estas ofensas hicieron hervir la sangre de nuestros héroes que no tuvieron más remedio que dispersar según el plan B que era dar palo, empujar con los escudos, tirar balas de goma y meter en cana a los que estuvieran más cerca.

Durante el exitoso procedimiento policial resultaron heridos 3 funcionarios: dos con heridas punzantes en sus manos al querer sujetar de las orejas a una dama que tenía caravanas de pinchito y otro con una torcedura de tobillo pues no vio uno de los canteros puestos disimuladamente y exprofeso por las autoridades municipales fondoangostistas cuando hicieron dicha plaza.

Moraleja de Mínimo:

La pantera, el tigre y el león no son animales peligrosos. Hay que temerle a la audaz gallina y al temible gorrión, dijo la mamá lombriz a sus hijitos lombrices.

Siempre es todo según el cristal con que se mire.