In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 29 de julio de 2022

La Galanga tampoco hace plagio


por Máximo Gur Méndez

Gracias (una vez más) a este bendito gobierno nos podemos desembarazar (vean que no dije abortar que queda tan feo) de conceptos idiomáticos erróneos.
Hubo un tiempo que el aumento de los combustibles, aunque fuera de dos pesos, era catalogado como eso: aumento de los precios del combustible. Hoy vemos que eso ha pasado a llamarse ajuste inevitable de tarifas
La propia justicia (a la que le falta mucho para adquirir la J) determinó que había pruebas concluyentes para comprobar que durante los primeros gobiernos de los partidos Bermellón y Pálido los servicios de inteligencia militares y policiales espiaban a políticos, periodistas, sindicalistas, etc. Resulta que, para los que dominan el idioma, eso fue recopilación de información.
Y para terminar, el documento sobre transformación curricular del Consejo de Formación en Educación de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) no incurrió en plagio de otras publicaciones: ¡¡es que no habían estado correctamente explicitadas las fuentes!!
Voy a explicarlo porque pueden haber desprevenidos nacionales y/o extranjeros que no sepan a qué me estoy refiriendo. 
Uno de los caballitos de batalla del princeso en su campaña electoral, a la altura de no voy a subir los combustibles ni las tarifas o no te voy a tocar el bolsillo fue que se imponía una verdadera reforma en la Educación. Sin contar con aquellos 160 liceos de tiempo completo que iba a hacer uno de sus coalicionados Enrique Talqui, se prometió una Educación que iba a hacer envidiar a Maastrich. Solo que en los primeros pasos, que fue enviar el proyecto antedicho, surgió que contenía al menos tres pasajes íntegros de plagio de otro documento sobre educación pero del ministerio homónimo argentino.
La defensa del mismo fue cerrada: el propio Robert Chifla fue el que dijo que no era plagio sino que efectivamente había olvidado citar la fuente. Y que además estaba en las primeras hojas, en la exposición de motivos que, como todos sabemos, no es sustancial (¿pa' qué mierda se la escribe?).
Mala señal estarán dando si a los alumnos a los que pretendemos transformar su educación le mostramos que pueden copiar y pegar de Wikipedia en los escritos de Historia. 
Es la misma ANEP que cuando presentó a sus autoridades dejó que una de sus directoras, a un curso de educación continua, lo hiciera pasar como curso de Posgrado.
Ahora sí podemos decir: en La Galanga nunca plagiamos nada
Ni lo volveremos a hacer.



Comentarios


Excelente!
Meri

Impecable, Máximo. Con razón está al frente de Antel!
Papaniel

No!! Ese es un pariente lejano
MGM

Tenia que decirse y se dijo!!
Daniel

domingo, 17 de julio de 2022

Cambian los tiempos

 

por Máximo Gur Méndez

"¡Cambia, todo cambia!" canta todavía la Negra Mercedes Sosa desde una radio o desde mi memoria, no importa.
Y está bien que así sea. 
Y para los viejos como yo, para los jóvenes como mis hijas y, quizás, para que algún nieto de hoy lea tranquilo un mañana, les quiero contar algunas cosas que han ido cambiando en nuestras niñeces.
Porque he escuchado por allí que niñez es una y cada uno la vive como puede vivirla. 
Pero nuestras niñeces fueron bien diferentes a estas de hoy. 
Y no digo que mejores o peores: diferentes.

Diferentes a la hora de llevar "merienda" a la Escuela. ¿Que niño de hoy no se asombraría al abrir el portafolio (no llevábamos mochilas en la espalda y mucho menos con rueditas; cargábamos pesados portafolios de cuero, como los visitadores médicos hace unos años) y encontrar un refuerzo de pan marsellés con manteca y mortadela adentro de una bolsa de nylon gruesa que había sido de donde venía el azúcar y que volvía en la cartera escolar para llevar la merienda al otro día?
Niños hoy, que tienen cientos de amigos en Facebook mientras que nosotros apenas teníamos una decena pero con los que jugábamos cara a cara todo el día de todos los días.
Comíamos dulces y bizcochos y tortafritas y por supuesto que había algún gordito en la barra. Pero no conocimos la epidemia de obesidad infantil. Seguramente porque perdíamos muchas calorías jugando. Jugando a la pelota o a la escondida o a la mancha agachadita o al rango. O a subirse a los árboles. O a recorrer el barrio en "chata" hecha por nosotros mismos. Porque salíamos a andar en chata o a jugar a la pelota por ahí. No teníamos celulares donde ubicarnos. Volvíamos a la hora de tomar la cocoa de la tarde para después volver a salir aunque sea a jugar con "figuritas" a la "arrimadita" contra alguna pared.

Hoy cuando un niño se porta mal, para ponerlo en penitencia lo sacan de su cuarto y de su computadora y lo sientan en la vereda. Mi penitencia era no poder salir a jugar a la placita Madame Curie; sentir al Dogo, llamando desde la vereda "¡Señoraaa! ¿Deja salir a Daniel a jugar?"
¡Y los deberes! Había que buscar en libros o enciclopedias, recortar figuras de revistas o diarios, calcar mapas contra una ventana en papel de panadería. No se había inventado Google ni Wikipedia. Apenas las figuritas con brillantina que mi hermana Bisectriz pegaba alguna repetida en algún cuaderno.
Sin dudas que fueron infancias diferentes. Nos conocían todos los vecinos, porque además hasta algún mandado le íbamos a hacer. Teníamos raspaduras en ambas rodillas de caernos de la bicicleta o de jugar a la pelota sin haber ido nunca a la Puerta de Emergencia de ningún nosocomio pidiendo ¡Ya! una Tomografía.
¡Y tomábamos agua de cualquier canilla de cualquier jardín!

Comentarios


Brillante!!!!
A Elena -mi compañera- y a mi, acabas de regalarnos hermosas sonrisas emocionadas de domingo!
Gracias!
Fernando Machado

Excelente Daniel! Me acuerdo de algunos accidentes de manchas de Manteca en cuaderno porque se había salido de la bolsita de la merienda adentro de la cartera de cuero porque hacía mucho calor. Nada de cascos ni de rodilleras los raspones y chichones abundaban y se arreglaban con agua y jabón y algún mimo de la mamá. Para las chatas nosotros nos tirabamos por Plácido ellauri hasta Buxareo. Y siempre había un quia que hacía de vigía para evitar reventarnos contra el ocasional auto que podía llegar a pasar. O sea si el tipo te gritaba vos, si venías en la chata te precipitabas al cordon de la vereda antes de llegar a la intersección. La otra que agregaría en la gran diversión tecnológica qué implicaba deslizarse por la subidita del pasto en frente al Kibon usando cajas de cartón como trineo. Por suerte he visto que eso sobrevive de alguna manera yendo al tablado en el velódromo y los nenes se tiran de la misma forma usando botellones de agua mineral
El Tano de la Mondiola

Muy bueno!!!!! Como para traernos la infancia y " googlearla". Arriba
Anónimo

Muy muy bueno, como siempre.
Gracias!!!
Anónimo

Muy bueno y compatible a pesar de la diferencia de generación, yo soy modelo 1941, pero los avances en ciencia y tecnología más las repercusiones sociales y culturales eran muy lentos.
Abrazo grande con el afecto de siempre..
Ramiro.

Recién leo, y es una descripción perfecta de nuestras infancias, a lo que agregaría alguna mala, como bsncarme el "machona" !!! por jugar al fútbol con mis primos, pero fuera de eso, que no me importaba mucho, muy lindo recuerdo
Anónimo

miércoles, 13 de julio de 2022

Jeber volvió a salir con cartera

 El fotógrafo, que está siempre en todos lados, encontró a Jeber en una conferencia de prensa.

Y allí vio que Jeber volvió a salir con cartera.
Esta vez con la Cartera del Ministerio del Interior.
























sábado, 9 de julio de 2022

¿Te vacunaron, nomá?


por Máximo Gur Méndez

Hace muchos, pero muchos años (estábamos en plena dictadura, fijate vos!) cuando apareció una epidemia de meningitis jodida. El gobierno dictatorial tuvo que enfrentarse a ello y, como a veces pasa, le dieron el tema a alguien que tenía más de dos dedos de frente y salió gran campaña de vacunación. Había una publicidad en la tele donde un gurí, con gesto de admiración, le preguntaba a otro lo del título: "¿Te vacunaron, nomá?"
Enfermedades, muertes y vacunas han sido proporcionales siempre: más muertes hasta que luego llegaron las vacunas y menos muertes.

Pero (las vueltas que tiene la vida) a veces llega alguien, que no sabe ni tiene por qué saber, que mete la pata.
Siempre pasó y aquí también. 
Existieron, existen y existirán personas que ignoran cosas pero que, en vez de ponerse a estudiar, saltan como pelota de goma y tratan de anormales a los que lo creen. Miren que pasó (y aún pasa) con la redondez de la Tierra, la ley de la gravedad, la existencia de dios o la igualdad de las mujeres. 
Desde hace un tiempo un abogado (que empezó a quemar si título dado por la UdelaR - ¡Qué País generoso! - pero después se arrepintió y dejó de hacer al menos esa macana), que ocupó muchos artículos galangueros y que solo voy a dar sus iniciales Gustavo Paye, se ha largado con fuerza y vigor contra la idea de que el Cobicho es una enfermedad jodida y que es bueno vacunarse. Junto a él un diputado (César Verga - ¡Qué País generoso! bis) nos quiso hacer creer que a los vacunados se les pegaban las cucharas al cuerpo (Sic). Y su suplente (otro abogado, Muelone) aprovechando que un juez estaba de licencia y conociendo las actitudes de su juez suplente metió un escrito para suspender la vacunación de niños entre 5 y 13 años.
La cuestión es que este juez (Alejandro Mecagoenlaley) pidió que en 48 horas se le enviara y por escrito desde la composición de las vacunas hasta los efectos secundarios a largo plazo, desde el precio al que se compraron hasta las razones inmunológicas por las cuales actúan.
Y como no le parecieron claras las respuestas mandó suspender (prohibir; porque la vacunación tanto de niños como de adultos no es obligatoria) las vacunas a los niños.
No es fácil superar con sátira e ironía la triste resolución del juez. Ese mismo Juez que en el gobierno pasado obligaba al ministro de Salú Vaso a comprar unos medicamentos especiales y extremadamente caros, en plan de ensayo clínico, para darle a gente que desesperada no tenía otras posibilidades de tratamiento.
Me parece perfecto y loable que el negocio de comprar-vender vacunas sea tan transparente como para que no podamos siquiera sospechar que se eligen unas en vez de otras más que por su disponibilidad y eficiencia. Pero que un Juez, que jamás leyó ni siquiera el prospecto de la caja de un remedio, se erija en superior decisor de las terapéuticas en salud no le hace bien ni a la Salud ni a la Justicia. Con su criterio, llevado al extremo de usarlo en la vida cotidiana, ¿quién carajos se va a bajar la fiebre con un Perifar? ¿No podrá el juez, en una arranque de lucha a brazo partido contra la hegemonía antitérmica  del Ibuprofeno, prohibir su uso porque a él no le queda muy claro su mecanismo de acción? ¿Sabe el juez que hay miles de personas (solo en nuestro paisito) que se dedican a esas cosas mucho más tiempo por día que él a leer leyes? ¿Sabe que, luego de su sentencia, el Uruguay es el único país donde no era obligatorio vacunarse pero sí es obligatorio no vacunarse?



jueves, 7 de julio de 2022

Más trazos de Ke Trazo


Ke Trazo
, a la sordina, dibuja y dibuja. 

Sin pedir permiso, sin hacer alarde.

Pero lo peor aún: sin que nadie le agradezca su trabajo!!!

¡Vamos, a mandar algún comentario festivo!

por Ke Trazo


















Comentarios


Impecable Ke Trazo. Dale que podés y no te preocupes porque no escriban.
Tano

Un genio mi sobrino !!!toda la flia lo admiramos y felicitamos
Anónimo

Muy buenos dibujos!!
Anónimo

lunes, 4 de julio de 2022

Meares explica los nuevos empleos


por Mínimo Gurméndez

"Nuestro país se ha caracterizado por un uso abusivo de la mala onda" comenzó diciendo el ministro de Trabajo Pablo Meares en la entrevista en exclusiva que brindó para La Galanga. Es que ese día lo agarramos de buen talante rodeado de su gente en la recorrida diaria que hace de nuestro país en el ascensor que lo deja en su oficina. "Me nutro del afecto y del cariño que me demuestran a diario ustedes, mis correligionarios de siempre" dijo sin sacarse aún el gorro de lana pues en el ascensor todavía hacía frío y éramos solo 4, contando al ministro.
En su espaciosa oficina y ya liberado de los otros dos pasajeros del ascensor que se bajaron un piso más arriba, el ministro Meares comenzó a explicarnos: 
Por supuesto que al asumir el gobierno teníamos otras expectativas pero el mazazo que nos dio la pandemia no se lo deseo a nadie. Hubieron algunos pobres más, se perdieron algunos trabajos, cerraron algunas fábricas; todo eso estaba medianamente calculado que podría pasar. Y prometimos que íbamos a dejar los sueldos tan altos como se pueda y lo vamos a hacer; al menos que como estaban al principio del gobierno.
Pero les quiero comentar sobre la generación de nuevos empleos, de empleos genuinos, de ideas novedosas. ¡Se generaron cuarenta mil empleos nuevos! ¡Si, oyeron bien: 40.000; un cuatro y ... (déjeme ver) ... un cuatro y cuatro ceros! 
Y se ven. 
Alcanza que la gente salga a la calle para verlos.
En cada esquina, en cada semáforo hay malabaristas, equilibristas, malambo con fuego, de todo. Empleos genuinos que además hacen que la cultura se desarrolle; ¿o eso no es cultura?
Nos preocupaba mucho la ecología, la disposición de los residuos reciclables. Hoy casi cada uno de los contenedores de basura tiene un reciclador propio. Que va en bicicleta o con carrito de supermercado ... que seguramente necesitaran de otro que haga el mantenimiento!
Y, finalizando, con los que a cambio de un apoyo a su jornal diario le cuidan el vehículo ya no en el centro o en avenidas principales sino en cualquier calle de Montevideo y área metropolitana!

Y así nos despedimos del ministro de trabajo Pablo Meares, quien nos ofrecía su mejor sonrisa aunque también percibimos la mueca de seguir siendo un incomprendido.



domingo, 3 de julio de 2022

Rendición de cuentas Vs. la UdelaR


por Medio Gurméndez

Como todos los años la Rendición de Cuentas es la posibilidad de ajustar nuestro presupuesto quinquenal a las necesidades de cada año. El presupuesto marca las prioridades absolutas que tiene cada gobierno en materias de gastos, de inversiones. Pero es obviamente imposible ser tan hermético en el presupuesto como para no poder acompasar los tiempos a como se van dando.
Para eso está la Rendición de cuentas
Y allí está ella; llego de la mano de Graciela Blanqui (vicepresidente en ejercicio, válgame dios)

Y podría hacer referencia a cómo la salud pública, aplaudida los jueves a las 20:00 hs por su importantísimo e indiscutido papel en el combate a la pandemia del Cobicho, fue tan dejada de lado. O a las Escuelas, las de túnica y moña, las que además dan de comer a tantísimos niños que no tienen otra posibilidad de hacerlo si  no es en la Escuela. Esas Escuelas que se mantuvieron funcionando hasta cuando estaban cerradas (porque con las Ceibalitas de las que se burlaba Graciela Blanqui los niños se mantenían en clase con sus maestras y maestros). Esas Escuelas de las que los directivos se escandalizan cuando hacen paro 24 horas y con la Rendición de cuentas no pueden levantar cabeza. O los liceos, donde seguirán habiendo cada vez menos horas-docentes, más docentes sin trabajo y más alumnos sin profesores.

Pero como viejo universitario quiero referirme a lo que a la Universidad de la República (UdelaR) le toca en esta Rendición de cuentas. No creo que haga falta recordarles las tapas de diarios, las horas de informativos, las conferencias de prensa diarias que se hicieron con lo que la UdelaR hacía en plena pandemia. A la UdelaR fueron a buscar la ayuda técnica y científica indispensable. De allí salían las investigaciones a todo trapo que permitieron tener hisopados en cantidades suficientes; de allí salían las sugerencias de como evitar el progreso de los contagios; de la UdelaR salieron todos los médicos, intensivistas, epidemiólogos, enfermeros, técnicos de laboratorio, todos los que permitieron hacer frente a la enfermedad y a su convalecencia.
La UdelaR se jugó y se apretó fuerte. Cada universitario tuvo su lugar y lo ocupó. Mientras el princeso se sacaba fotos con los tres del GARCH habían muchos miles que no salían en las fotos porque tenían lastimados los alrededores de los ojos por las máscaras que había que usar.
La UdelaR hizo lo que debía de hacer en ese momento. 
Y antes y después también.
Porque es responsable de la casi totalidad de la investigación que se hace en nuestro país.
Porque más del 85% de los profesionales universitarios salen de ella.
Porque si hay un profesional perteneciendo a las capas sociales bajas es solo de la UdelaR.

Capaz que por esto último es que no hay ni un peso más para la UdelaR en esta Rendición de cuentas.