por Máximo Gur Méndez
En La Galanga nos podríamos dedicar a solamente satirizar las declaraciones de la senadora (y frecuentemente vicepresidente en ejercicio) Graciela Blanqui y tendríamos material para todos los días, nos faltarían páginas y seríamos de lo más graciosos que hay.
Lo que me pasa es que a veces nos damos cuenta que entre disparate y burrada que nos regala Gracielita también pasan cosas en el paisito que nos sacuden. Y no solo hablo de terremotos.
Vayamos al grano.
El viernes pasado, cuando la conferencia de prensa de Madres y Familiares de Detenidos - Desaparecidos, el Grupo de Investigación de Antropología Forense, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Fiscalía especializada en delitos de Lesa Humanidad, me cayeron muchas fichas de viejos recuerdos, de viejas sensaciones y de actuales compromisos.
Porque, una vez más, resultó que era cierto lo que decíamos muchos, antes, durante y sobre todo después de nuestra sufrida dictadura.
Era cierto que habían desaparecidos.
Era cierto que a mucha, muchísima, demasiada gente se la detenía en la calle o en su casa o en su trabajo y desaparecía por dos, tres, cuatro, seis meses o más. Y que si sobrevivían a la tortura que se le daba durante esa desaparición se los blanqueaba y aparecían en algún sitio para ser juzgados y metidos presos. Pero que si se morían en alguna sesión de tortura antes de haber "aparecido", desaparecían completamente.
Era cierto que los enterraban en el predio de alguna dotación militar.
Era cierto que trataban de seguir escondiéndolos echando cal sobre el cadáver, o alguna gruesa loza de material, intentando separarlos aún más de quienes los buscaban y seguirían buscando.
Era cierto que no se morían sino que los mataban y que en sus huesos quedaban las marcas de sus crímenes: los huesos fracturados o las balas en el cráneo.
Era cierto que a veces te mataban vestido o desnudo porque te torturaban vestido o desnudo; porque nadie cree que te desnudaran después de muerto para enterrarte.
Era cierto que torturaban por igual a hombres y mujeres, a jóvenes y viejos, enfermos y sanos.
Era cierto que siguen escondiendo datos que impiden que se pueda avanzar en esta larga, larguísima búsqueda.
Era cierto que empecinadamente íbamos a seguir buscando, palmo a palmo en esa tierra que sin querer los esconde.
Y que los íbamos a seguir encontrando.
Comentarios
Era tristemente cierto ...
Anónimo
Los vamos a seguir buscando porque con cada esqueleto hallado, vamos a desenterrar más verdad de los horrores perpetrados durante el Terrorismo de Estado.
Y los vamos a seguir buscando todos los que queremos rescatar la parte de la historia de los uruguayos que padecimos dolores y terrores a raíz de la acción de unas FF.AA mercenarias que cumplieron con lo postulado por la Doctrina de la Seguridad Nacional pensada e instrumentada por el Departamento de Estado de USA en el marco de la Guerra Fría entre dos imperios.
Los vamos a encontrar porque con cada cuerpo arrancado a la tierra y al olvido, recuperaremos la memoria y la historia de un luchador social que lo dio todo para devolver la dignidad y la libertad arrancadas por la asociación de civiles poderosos -normalmente integrantes de los dos Partidos Fundacionales- con unas FF.AA que apuntaron sus armas en contra de un enemigo interno indefenso, que resistió a un ejército de ocupación de su propio territorio.
Los recuperaremos y con ellos recuperaremos la historia ocultada. Historia escondida y negada mil veces y sostenida por la impunidad. Por eso los buscaremos hasta encontrar el último.
Porque precisamos toda la verdad para lograr que el Nunca Más Terrorismo de Estado, deje de ser una consigna hueca y se transforme en sangre y conciencia de las nuevas generaciones.
Quise suscribirme para poder firmar mi intervención, pero no funciona el link.
De todas formas, quienes no tenemos nada que ocultar y buscamos la verdad, la justicia, la memoria y el Nunca Más, podemos decir fuerte y claro: aquí estamos.
Carlos Borelli.
Lo que no hemos entendido... Fuí militante bastante fuerte, es que los micos no se fueron Nunca... Después del rererndunm de los ochenta ( ni recuerdo si 81 u 82) vinieron los pactos... Queda
Anónimo
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