Las últimas noticias de nuestro presidente y Líder Mundial Lavenida Junior desbordan ampliamente sus últimas conferencias de prensa con sus idas y vueltas y nuevas idas y nuevas vueltas. Desde el famoso cuento chino con la vacuna Sinovac hasta el "No salgan ... pero salgan todo lo que quieran".
Pero LA noticia es que en breve va a viajar a Brasil para reunirse con su otro admirado presidente, el nunca bien ponderado Jair Bobonabo.
Los de chiste fácil ya dijeron que iría por bombones Garoto, o por ticholos. Y los más osados por leche condensada.
La Galanga no podía caer en esa bajeza y se puso a investigar. Habló con gente, hurgó y leyó papeles, escuchó viejas conversaciones grabadas al estilo TUECO, en fin: hizo trabajo periodístico de primera línea.
Al principio pareció que iba a ver a Bobonabo para resolver como carajo se plantarían en el liderazgo mundial al desaparecer de escena el Pato Donald Tramp. Sin embargo se llegó a comprender que Bobonabo tiene, tuvo y tendrá el premio al carnaval como el carro del Chaná. Por ahí no.
Después pareció que Lavenida Junior iba a encontrarse con un chino que no era chino pero que tenía los ojos estirados con el que él mismo había arreglado todo para la vacuna el otro día por Zoom. Es más: le había dado el código de su Guá-Sá para que viera que en Uruguay las cosas las hacemos con fe en el otro. Pero no: Bobonabo ya le explicó que Brasil está lleno de esos tipos y que iba a ser imposible diferenciarlos de los que venden agua bendita en las iglesias neoevangélicas.
Pero, con paciencia y trabajo, este editor y responsable (editor irresponsable) consiguió escuchar que Lavenida Junior le decía a su amada y hacendosa esposa Loli: "Poneme una sola corbata, de cualquier color, pero meteme dos o tres trajes de baño comunes, no los enteritos de neopreno. ¡¡No te olvides que el agua en Brasil no tiene nada que ver con la cagada fría esa de La Paloma!!"
¡Ya está! ¡Tarea cumplida!
