In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

domingo, 17 de julio de 2022

Cambian los tiempos

 

por Máximo Gur Méndez

"¡Cambia, todo cambia!" canta todavía la Negra Mercedes Sosa desde una radio o desde mi memoria, no importa.
Y está bien que así sea. 
Y para los viejos como yo, para los jóvenes como mis hijas y, quizás, para que algún nieto de hoy lea tranquilo un mañana, les quiero contar algunas cosas que han ido cambiando en nuestras niñeces.
Porque he escuchado por allí que niñez es una y cada uno la vive como puede vivirla. 
Pero nuestras niñeces fueron bien diferentes a estas de hoy. 
Y no digo que mejores o peores: diferentes.

Diferentes a la hora de llevar "merienda" a la Escuela. ¿Que niño de hoy no se asombraría al abrir el portafolio (no llevábamos mochilas en la espalda y mucho menos con rueditas; cargábamos pesados portafolios de cuero, como los visitadores médicos hace unos años) y encontrar un refuerzo de pan marsellés con manteca y mortadela adentro de una bolsa de nylon gruesa que había sido de donde venía el azúcar y que volvía en la cartera escolar para llevar la merienda al otro día?
Niños hoy, que tienen cientos de amigos en Facebook mientras que nosotros apenas teníamos una decena pero con los que jugábamos cara a cara todo el día de todos los días.
Comíamos dulces y bizcochos y tortafritas y por supuesto que había algún gordito en la barra. Pero no conocimos la epidemia de obesidad infantil. Seguramente porque perdíamos muchas calorías jugando. Jugando a la pelota o a la escondida o a la mancha agachadita o al rango. O a subirse a los árboles. O a recorrer el barrio en "chata" hecha por nosotros mismos. Porque salíamos a andar en chata o a jugar a la pelota por ahí. No teníamos celulares donde ubicarnos. Volvíamos a la hora de tomar la cocoa de la tarde para después volver a salir aunque sea a jugar con "figuritas" a la "arrimadita" contra alguna pared.

Hoy cuando un niño se porta mal, para ponerlo en penitencia lo sacan de su cuarto y de su computadora y lo sientan en la vereda. Mi penitencia era no poder salir a jugar a la placita Madame Curie; sentir al Dogo, llamando desde la vereda "¡Señoraaa! ¿Deja salir a Daniel a jugar?"
¡Y los deberes! Había que buscar en libros o enciclopedias, recortar figuras de revistas o diarios, calcar mapas contra una ventana en papel de panadería. No se había inventado Google ni Wikipedia. Apenas las figuritas con brillantina que mi hermana Bisectriz pegaba alguna repetida en algún cuaderno.
Sin dudas que fueron infancias diferentes. Nos conocían todos los vecinos, porque además hasta algún mandado le íbamos a hacer. Teníamos raspaduras en ambas rodillas de caernos de la bicicleta o de jugar a la pelota sin haber ido nunca a la Puerta de Emergencia de ningún nosocomio pidiendo ¡Ya! una Tomografía.
¡Y tomábamos agua de cualquier canilla de cualquier jardín!

Comentarios


Brillante!!!!
A Elena -mi compañera- y a mi, acabas de regalarnos hermosas sonrisas emocionadas de domingo!
Gracias!
Fernando Machado

Excelente Daniel! Me acuerdo de algunos accidentes de manchas de Manteca en cuaderno porque se había salido de la bolsita de la merienda adentro de la cartera de cuero porque hacía mucho calor. Nada de cascos ni de rodilleras los raspones y chichones abundaban y se arreglaban con agua y jabón y algún mimo de la mamá. Para las chatas nosotros nos tirabamos por Plácido ellauri hasta Buxareo. Y siempre había un quia que hacía de vigía para evitar reventarnos contra el ocasional auto que podía llegar a pasar. O sea si el tipo te gritaba vos, si venías en la chata te precipitabas al cordon de la vereda antes de llegar a la intersección. La otra que agregaría en la gran diversión tecnológica qué implicaba deslizarse por la subidita del pasto en frente al Kibon usando cajas de cartón como trineo. Por suerte he visto que eso sobrevive de alguna manera yendo al tablado en el velódromo y los nenes se tiran de la misma forma usando botellones de agua mineral
El Tano de la Mondiola

Muy bueno!!!!! Como para traernos la infancia y " googlearla". Arriba
Anónimo

Muy muy bueno, como siempre.
Gracias!!!
Anónimo

Muy bueno y compatible a pesar de la diferencia de generación, yo soy modelo 1941, pero los avances en ciencia y tecnología más las repercusiones sociales y culturales eran muy lentos.
Abrazo grande con el afecto de siempre..
Ramiro.

Recién leo, y es una descripción perfecta de nuestras infancias, a lo que agregaría alguna mala, como bsncarme el "machona" !!! por jugar al fútbol con mis primos, pero fuera de eso, que no me importaba mucho, muy lindo recuerdo
Anónimo

6 comentarios:

  1. Brillante!!!!
    A Elena -mi compañera- y a mi, acabas de regalarnos hermosas sonrisas emocionadas de domingo!
    Gracias!

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  2. Excelente Daniel! Me acuerdo de algunos accidentes de manchas de Manteca en cuaderno porque se había salido de la bolsita de la merienda adentro de la cartera de cuero porque hacía mucho calor. Nada de cascos ni de rodilleras los raspones y chichones abundaban y se arreglaban con agua y jabón y algún mimo de la mamá. Para las chatas nosotros nos tirabamos por Plácido ellauri hasta Buxareo. Y siempre había un quia que hacía de vigía para evitar reventarnos contra el ocasional auto que podía llegar a pasar. O sea si el tipo te gritaba vos, si venías en la chata te precipitabas al cordon de la vereda antes de llegar a la intersección. La otra que agregaría en la gran diversión tecnológica qué implicaba deslizarse por la subidita del pasto en frente al Kibon usando cajas de cartón como trineo. Por suerte he visto que eso sobrevive de alguna manera yendo al tablado en el velódromo y los nenes se tiran de la misma forma usando botellones de agua mineral

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  3. Muy bueno!!!!! Como para traernos la infancia y " googlearla". Arriba

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  4. Muy muy bueno, como siempre.
    Gracias!!!

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  5. Ramiro. Muy bueno y compatible a pesar de la diferencia de generación, yo soy modelo 1941, pero los avances en ciencia y tecnología más las repercusiones sociales y culturales eran muy lentos.

    Abrazo grande con el afecto de siempre..

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  6. Recién leo, y es una descripción perfecta de nuestras infancias, a lo que agregaría alguna mala, como bsncarme el "machona" !!! por jugar al fútbol con mis primos, pero fuera de eso, que no me importaba mucho, muy lindo recuerdo

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