Renacer

 

por Trancazo    

Los últimos tres meses los dedique a una intensa experiencia de renacimiento y búsqueda interior.

     Estuve en un retiro espiritual en un monasterio donde me acompañaron en el proceso de renacimiento tanto físico como espiritual que implica una exploración interior muy intensa.

     Los días transcurren en silencio, escuchando clases de orientación espiritual, ejercicios de meditación y de contemplación interior. Algunos días los dedicamos al ayuno total y a conectar con la naturaleza mediante largos paseos por el valle y las montañas que lo rodean. Varias noches dormimos a la intemperie como parte del proceso de identificación con nosotros mismos y de alineación espiritual. 

    Con lentitud, pero con un progreso continuo, uno va experimentando una tranquila revolución interior en la que agitados períodos de confusión son seguidos por estados de calma cada vez más profundos y duraderos. A lo largo de las semanas se va produciendo un verdadero renacer a una vida diferente en la que tenemos una gran claridad y visión de aspectos que en la vida anterior estaban turbios y confusos.

     Las sensaciones y percepciones nuevas que implica este renacer son completamente inesperadas, como también lo son los gastos en pañales que no los había tenido en cuenta para nada. Supongo que volveré a controlar los esfínteres en unos pocos meses más.

     Namasté.