In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

sábado, 28 de mayo de 2022

La avanzada medicina de los guarangos

por Trancazo
 

Al contrario de lo que se puede suponer, la medicina guaranga era de avanzada y los «curadores» practicaban terapias e intervenciones que se pueden considerar sumamente osadas para la época. En ese sentido, los «curadores» guarangos hacían trepanaciones sofisticadas —agujeros en el cráneo con intención terapéutica—, intercambio o trasplantes de órganos, operaciones reparadoras de tórax y abdomen, terapias del dolor y otra importante serie de intervenciones que recién la historia de la medicina mundial encuentra en civilizaciones pretendidamente «más avanzadas», varios siglos después de los primeros procedimientos guarangos.

            Los «curadores» tenían plena conciencia de que muchas de sus prácticas eran de alto riesgo para los tratados, por no decir la inmensa mayoría de ellas, ya que en todos los casos los resultados eran pésimos. Era casi imposible que alguien sobreviviera a una intervención quirúrgica de los «curadores» y si por fortuna así ocurría, de inmediato lo volvían a intervenir con fines exploratorios y explicativos, con la inquietud de saber porqué había ocurrido lo impensado. Luego de la investigación, todo volvía a la normalidad.

            El gremio de los «curadores» era muy activo en cuanto a reuniones e intercambio de informaciones con relación a nuevos procedimientos y enfoques de enfermedades y dolencias. Aprovechaban la intensa vocación de los guarangos por las relaciones diplomáticas con otras civilizaciones para nutrirse de la sabiduría de otros y dar cuenta de las experiencias propias. En todos lados causaba mucha impresión la máxima que guiaba la práctica de la medicina por parte de los «curadores» guarangos:

«De un modo o de otro, todos moriremos ya que contra el destino nadie la talla[1]».

           



[1] Tallar: En algunos juegos, llevar la baraja. La aparición del verso «contra el destino nadie la talla» en el famoso tango Adiós muchachos de 1927 compuesto por el poeta argentino César Vedani e inmortalizado en la voz del cantante uruguayo Carlos Gardel, es una prueba irrefutable de la presencia e influencia de los guarangos en la cultura del Río de la Plata, Sudamérica.  https://open.spotify.com/track/4I0SK7HDyVKL3ycr8lBMsc?si=d58b95e743834b97

 

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