Llevo 30 marchas pensándola de maneras diferentes.
A veces con bronca, o con nostalgia, o con esperanza. Con sentimientos tan diferentes que incluso a las que no iba por estar trabajando igual me dejaba pensando antes y después.
Hoy quiero pedir a todos que dejen de mentir. Los que saben
cosas o los que sin saber nada nos mienten en la propia cara.
Porque ya es hora de terminar con el falso relato; basta de
esa mentira.
¡Hubo desaparecidos! ¡Si, los hay! Y no son media docena como infamemente dijo
el ex presidente Lacalle Herrera muy orondo en el programa de Mirtha Legrand.
Acá, solo en el Uruguay donde nos cuesta tanto buscarlos, se han encontrado ya
8 desaparecidos. Y uruguayos encontrados en Argentina ya son más de 25.
La larga lista
llega a 197 uruguayos. Ciento noventa y siete.
Y los desaparecidos están ahí; nos siguen esperando. No fueron desenterrados y
tirados al mar o cremados o vueltos a desaparecer. Están.
Y los desaparecidos no solo fueron muertos en tiroteos o en torturas interminables:
también hay desaparecidos con un balazo en el cráneo como el viejo maestro
Julio Castro, secuestrado, detenido, asesinado, desaparecido.
Los datos están; la información existe. Los testigos saben casi tanto como los
culpables. Y cada vez que las fuerzas armadas brindan información es una
mentira más. No les acepto que no haya información disponible. Al menos sean
valientes y digan que parte del hijoputismo que les aqueja les hace imperioso
mantener su boca cerrada.
Y mientras más comentarios de odio hay en las redes, esas en las que es fácil poner cualquier cosa escudándose en el anonimato, mientras más relatos falsos de guerra y de dos demonios se esgrimen, mientras más en evidencia quedan de que quieren seguir mintiendo y ocultando, más y más grandes y multitudinarias son las Marchas del Silencio.
El 20 de mayo estaré de nuevo en esta nueva Marcha del Silencio.
Porque solo si nos quebramos y dejamos de buscar van a desaparecer en serio.
Ella seguirá marchando junto a nosotros cada 20 de mayo.
Comentarios
Nunca mejor dicho: La Institución FF.AA que debería ser garante de paz y soberanía, debería de contar con confianza de la población.
Sin embargo, dicha Institución y los sucesivos mandos de la misma, los Poder Ejecutivos democráticos no han dejado de MENTIR en esta dolorosa parte de nuestra historia
Sin embargo, dicha Institución y los sucesivos mandos de la misma, los Poder Ejecutivos democráticos no han dejado de MENTIR en esta dolorosa parte de nuestra historia
Carlos Borelli
Nunca mejor dicho: La Institución FF.AA que debería ser garante de paz y soberanía, debería de contar con confianza de la población.
ResponderEliminarSin embargo, dicha Institución y los sucesivos mandos de la misma, los Poder Ejecutivos democráticos no han dejado de MENTIR en esta dolorosa parte de nuestra historia