In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

martes, 26 de enero de 2016

El reino del revés

Por Tano de la Mondiola

Cuentos del absurdo

La Galanga ha iniciado su sección literaria de recreación de los cuentos infantiles.

Ante el éxito obtenido en tal empresa, por un lado, y la necesidad de material de lectura de nuestros lectores mientras descansan en las playas, abrimos hoy otra sección en el vertiente literaria.

Esta vez nos volcamos a nuestra audiencia adulta seguidora de la literatura del absurdo.

"Había una vez un país pequeño creado por un imperio de casa matriz insular en el Mar del Norte. Un hombre dedicó sus esfuerzos a la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones en la casa mayor de estudios de ese pequeño país. Ejerció con dedicación y con remuneraciones ridículas esa noble tarea durante 15 años. 

Hombres pequeños y diestros habían dirigido esa casa de estudios en forma vertical y en épocas grises cuando nuestro hombre se educaba en esa misma casa. 

Luego, los hombres grises se tuvieron que ir y otros hombres de tendencias políticas siniestras coparon esa misma casa de estudios.  Estos rinocerontes no actuaron de manera demasiado diferente a los hombres grises. Con giros orwellianos y ecos de la Granja de Animales y 1984, agruparonse en corporaciones que se distinguían por sus sombreros. Cual agencia de empleo dedicaronse a promover a rinocerontes que portaban sus mismos sombreros en exclusión de todo aquel que no quisiera ponerse los mismos sombreros que ellos. Nuestro hombre sin embargo compartía la tendencia filosófica general que los rinocerontes decían defender pero no se rebajó a utilizar los mismos sombreritos.

Nuestro hombre, que seguía siendo un vocacional, intento' poder lograr un salario digno para conformar una familia solicitando trabajar exclusivamente para su Alma Mater y volcar su saber y creatividad para la formación de las nuevas generaciones y la creación del conocimiento. Otros se dedicaban a ejercer su profesión liberal (la misma de nuestro hombre) a nivel privado. Léase bien: ello implica una dedicación total a la universidad en exclusión de la posibilidad de lucrar con su profesión liberal a nivel privado por remuneraciones mucho más altas.

Por supuesto esto no les pareció bien a los rinocerontes siniestros. Saber y creatividad no eran importantes para ellos lo importante era el sombrerito. Alentado por su vocación, nuestro hombre de todas maneras intentó  e intentó  y por dos veces los rinocerontes le dijeron que no. Curiosamente, el mismo proyecto que los rinocerontes rechazaron fue considerado por altas casas de estudio en el norte desarrollado como de muy buena calidad y entonces invitaron a nuestro hombre a realizarlo en sus propios establecimientos. 

Nuestro hombre modestamente construyó una carrera de prestigio y fue reconocido en más de un continente fuera de su pequeño país austral. 

Nuestro hombre, que dejó familia en la pequeña comarca con la cual siempre contribuyó en forma material, un día quiso votar para poder tener una opción de elección de las autoridades que gobiernan dicha comarca y por ende la vida de su familia, y los habitantes del pequeño país le dijeron que no. Que ya no es más ciudadano.

Nuestro hombre un día se presentó para informarse acerca de los beneficios jubilatorios que le corresponden por sus 15 años de aportes a la Seguridad Social de aquel pequeño país austral.

Y la Seguridad Social le informo' que su expediente no existe. Que su alma Mater nunca informó a dicha Seguridad Social de la existencia de esa persona ni de sus aportes. 

No obstante ello, un día llego una carta del Clearing a la madre de nuestro hombre informándole que era un moroso. Sin previo aviso ni notificación alguna los hombrecitos  de ese pequeño país le informaron que si bien no es ciudadano tiene una deuda con un llamado fondo de hilaridad y es un moroso. Claramente los hombres que no existen y no tienen derecho a votar pueden tener deudas en ese pequeño país. El hombre tuvo que trasladarse 10,000 km para ir en persona a demostrar que no vive ni trabaja en dicha comarca y que por lo tanto no tiene deuda. Alguien que no existe y no es ciudadano puede ser acusado de tener deudas y tener que materializarse para probar que no las tiene. Dice Stephen Hawking que dichas cosas pueden suceder en la singularidad donde las leyes de la física actuales colapsan. 

Irónicamente le dieron la razón: no tiene deuda pero sigue sin existir ni poder votar.

Creemos que ello puede explicarse fácilmente aplicando la teoría cuántica que nos enseña que una partícula puede estar simultáneamente en dos lugares diferentes.

A pesar del desprecio con el cual se lo trato' en su Alma Mater, el hombre generosamente ha vuelto a ejercer su tarea docente en forma honoraria múltiples veces.

Alguna gente mal intencionada estima que, quizás por las acciones de los rinocerontes hacia nuestro hombre y muchísimos otros, esa casa de estudios continúa siendo, 3 décadas después de reinstaurada la democracia  una de las peores del mundo e incluso de la América Latina.

Cualquier similitud con la obra de Kafka y Ionesco es puramente circunstancial". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario