Esta vez, más allá del lejano Chuy, en la patria de Rio Grande do Sul, el Dogosauro aparece para todos.
Veremos, dijo un ciego.
por el Dogosauro
“Bueno, bueno. El dogosaurio va llegando y el hocico va asomando. Resulta
que en las bandas de Brasil, el pueblo fubolero, novelero, cervecero,
“cachaçeiro” y trabajador como un buey ya va poniendo las barbas en remojo para
las votaciones del primer turno en octubre. Balota en mano, preparando el
pulgar para apretar la tal de urna digital. Y candidato es lo que sobra. Se
cuentan por kilo y por metro para presidente y gobernadores. Hay los tales de
derecha, los tales de centro, los tales de izquierda y los otros tales que no
hay mano para definir. Por sus fisonomías, el votante cuenta con una flora y
fauna vastísimas. Y ni hablar de los nombres. O mejor dicho, nombretes. Para el
tal de presidente, empezamos por el tal de “Sapo barbudo” como fue bautizado el
tal de tornero que tiene 9 dedos, por el sempiterno e inmaculado ingeniero,
luego gobernador de estado de Rio Grande do Sul y de Rio de Janeiro, don Leonel
de Moura Brizola. El tal de 9 dedos todavía está en baño María, respondiendo a una
punta de procesos sin pie ni cabeza. Uno de ellos, por una tapera. Su pecado no
fue no declarar el nosocomio, sino la creación de pato sirirí (Anatus
Cascariplume de la familia de los cucurbitáceos) especie endémica, en vías de
extinción, pues es un palmípedo que defeca hasta 15 veces por día. Y así, no
hay ano que aguante. Pero, todo indica que el Sapo barbudo, aun siendo hervido
en baño María, si lo sueltan, gana por muerte en el primer turno. El otro tal,
muy mencionado amado/odiado, es un militar politizado o político militarizado,
lleno de ínfulas para los entuertos de
género, número y color. No le gustan estos, ni los otros ni aquellos. Hombre
jodido mismo para los gustos. Siguiendo con el desfile, hay un tal de Doctor
que vive diciendo que se importa por las personas. Pero, parece, parece que
sufre de amnesia, pues durante su gestión como gobernador, hubo desfalco y robo
en la merienda escolar. Ay mi madre!También está entre ellos una tal de “Barrosa”,
pues el lodo le ensució el nombre, que habla con gran sapiencia. Habla y habla.
Morfosintaxis, cohesión y coherencia sin parangón. Pero, sólo habla. Abriendo
cancha, hay un barrigón de buen estirpe cuyo nombre recuerda al “Sirocco”
restaurante, allá en las adyacencias de 8 de Octubre y tal. El tal es directo,
conciso y desmonta la horda de periodistas pasteleros durante sus entrevistas.
Allá a lo lejos, hay un tal de Cabo (cabo verde mismo), que de cabo a rabo,
sólo abre la boca para ahuyentar el fantasma comunista que lo atormenta. Ay mi
madre! Hay otro solito, de mano zurda que no alcanza los dos dígitos
porcentuales de preferencia, pero sigue remando a cara de perro. Y finalmente,
un tal de nombre afeminado, ducho en la banca extranjera que fue de derecha, de
centro, de izquierda y, en definitiva, hoy no es nada. Ni él sabe. Pero bueno, como
todo político de carrera, pretende vivir a costilla del poder público unos
añitos más. Ése es, más o menos, el tal
de contingente de candidatos. Y como uno quiere y cree en la tal de alteridad,
hay loco candidateándose para todo tipo de loco. Pena que Martín Fierro no fue
brasilero, si no clamarían:
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