In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

jueves, 1 de agosto de 2019

Los Jupos de hoy en día

por Máximo Gur Méndez

“Los fascistas del futuro no van a tener aquel estereotipo de Hitler o de Mussolini. No van a tener aquel gesto de duro militar. Van a ser hombres hablando de todo aquello que la mayoría quiere oír. Sobre bondad, familia, buenas costumbres, religión y ética. En esa hora va a surgir el nuevo demonio, y pocos van a percibir que la historia se está repitiendo”. Aunque esta maravillosa sentencia no fue escrita por Saramago (como se le atribuye) igual nos debe de ayudar a reflexionar sobre nuestro presente y el futuro de mis nietos.
La foto del candidato Manini Arroyos junto al muchachito con una remera neonazi (ver artículo de La Galanga cliqueando aquí) movió a mi hermano Medio Gurméndez a hablar sobre las palabras al viento y al pedo del Tete Musica; y a mi a reflexionar sobre los nuevos jupos.
Los jupos eran los integrantes de la JUP (Juventud Uruguaya de Pie) de fines de los '60s y principios de los '70s. Fundada por otro Manini Arroyos (¡Oh, qué casualidad!) era un grupete de jóvenes, reaccionarios, que se enfrentaban a balazos (propios o de la policía que los protegía) con los otros de los grupos de izquierda. No necesitaban camisetas con letras raras ni de equipos de fóbal manifiestamente fascistoides. Se entendían entre sí y con sus patronos y benefactores con solo escucharse. Y tenían pinta de buenos muchachos, prolijos y bien vestidos; no barbuditos y desaliñados como esos izquierdosos que hacían huelgas y pintaban muros. Y estaban implicados en cuanto ataque a balazos o cadenas hubiera de asambleas en liceos o a la salida de la casa del dirigente estudiantil. Y se los encontraba misteriosamente en las inmediaciones de los lugares donde habían herido o muerto a algún estudiante (y hubieron tantos ...). Y los jupos crecieron y se convirtieron en Consejeros de Estado (el "parlamento" durante la dictadura, elegido a dedo por el dictador de turno), en dueños de radios o grandes empresarios.
No se trataban de mimetizar con los neonazis de atrás del océano. Alcanzaba con leer el semanario Azul y Blanco o el diario La Mañana, no necesitaban fotos con manos levantadas.
Pero existían. Igual que los que ahora rodean a Manini sin que éste sepa (?). Capaz que esa es la diferencia: que el Manini Arroyos de hoy dice que no sabía.


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