A propósito de drogas

El Tano de la Mondiola

Máximo Gur Méndez

El martes estaba trabajando en mi otra ocupación (que no la de Editor y Responsables - editor irresponsable - de este pasquín) y un amigote se había llevado la radio a transistores para ir escuchando la sesión de Senadores donde se votaba la Ley de regulación del consumo, producción, ... etc. de la marihuana. 
Fue así que escuchamos a los senadores Moneria (el primo de Constantia) y Lalagaña que, más o menos así, dijeron:
"Estas sustancias son perjudiciales para la salud, independientemente de la edad del que la consuma. Son malas. Hacen que el consumidor sea un adicto, que cada vez necesite más para satisfacerse. Pero al consumirlas pierden la capacidad de razonamiento; se embrutecen. Tienen pésima actitud hacia el estudio o hacia el trabajo. Son peligrosas porque hacen perder el sentido. Son peligrosas en el tránsito, son peligrosas en el trabajo. ¡Cuántos accidentes de tránsito, cuántos accidentes laborales son responsabilidad del consumo de estas sustancias! ¡Y cómo hacen que el consumidor, dominado por ellas, se pelee sin sentido, se agreda con otros y pueda llegar a matar o morir! ¡Cuánto dinero tirado a la calle! Bla, bla, bla"
Como yo había llegado al lado de la radio con los discursos ya empezados pensé que estaban hablando del alcohol y las bebidas alcohólicas.
Claro. Cuando el senador Lavenida gritó fuerte y sostenido: "¡¡Apoyado!!" me di cuenta que por allí no pasaban las cosas.
Allí razoné: Miren si, para evitar los males que genera el alcohol, se prohibiera su venta como antes a la marihuana. ¿Se imaginan Uds. este Uruguay con una Ley Seca?

Entonces llegó carta del Tano de la Mondiola que, desde lejos, manda fruta sobre el tema.

El Pedro Bordaybarre no quiere que seamos "cobayos de experimentación"
pero nunca dijo nada que fuéramos "desaparecidos"

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