El otro día se reunieron 37 manifestantes convocados por varias Plenarias y Agrupaciones anti-imperialistas y 15 se desbundaron. Aprovecharon el ánimo anti G20 que había en esa cuadra de manifestación, dieron rienda suelta a su energía destructora y participaron del proceso de generar trabajo a vidrieros, carpinteros, herreros y pintores. Además le pintaron la cámara a un camarógrafo de la TV y prepotearon a varios más. (ver acá)
Como iban enmascarados al mejor estilo guerrilla de Chiapas (pero absolutamente desprovistos de todo el arsenal ideológico de los mexicanos o de cualquier otro guerrillero del planeta) fue muy laborioso poder encontrar a los responsables. Los investigadores estuvieron buscando horas y horas, para adelante y para atrás, en todas las filmaciones de cámaras de la zona, siguiendo a cada encapuchado para verlo en algún momento a cara descubierta. Así encontraron a dos y, con proceso rápido y abreviado, los formalizaron (como se dice ahora).
A uno de ellos (el pintor de cámaras) le tocó la pena más severa: pedir disculpas al reportero (no pagarle la costosísima cámara) y presentarse en la comisaría semanalmente. Por suerte se salvó de la medieval chas chas en la cola.
Acá entra lo de Valizas.
El joven pintor ya había alquilado un rancho en la Perla del Atlántico (Valizas) en la primer quincena de enero y le quedaba muy a trasmano tener que tomarse el Rutas del Sol para venir a firmar a la comisaría. Así que el fiscal le permitió tomarse vacaciones de formalizado por esas dos semanas y seguir firmando cuando vuelva, quemadito del sol.
Mientras tanto en Valizas ya se habían preparado para recibir al pintorzuelo. La ferretería del Puente había escondido todos los spray de pinturas, en el rancho alquilado habían sacado todos los vidrios de las ventanas, la Escuela (indudable bastión de la dominación hegemónica oligárquica) estaba vallada con unos costaneros de pinos de 2.20 mts y la pizería del Cholo escondió su televisión donde se ven los partidos de fóbal.
Eso sí: desde aquí le pedimos a los tranquilos habitantes de Valizas que no vean con animadversión al militante anti G20. Él ya pidió perdón por sus hechos. "Perdoname, Flaco" le dijo al camarógrafo.
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