In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Juro que es verdad


Lo vi en titulares de la prensa grande, es decir: de los grandes medios de in-comunicación masiva.

El tipo con más protagonismo en el área de la educación en nuestro paisito, el mismísimo Rober Chifla, acaba de darnos la tremenda noticia que su gobierno ha resuelto apoyar la alimentación de una cantidad grande de chiquilines escolares durante las vacaciones.

Me explico: desde siempre se ha tratado de paliar el déficit nutricional de muchos niños uruguayos. Para ello en las escuelas de tiempo completo y en las de contexto crítico se les daba almuerzo. Claro, desde hace casi dos años hay 100.000 pobres más; muchos, muchísimos, son niños en edad escolar. Y desde entonces surgieron comedores populares por todos lados; allí comen padres e hijos, abuelos y nietos. Comen de la solidaridad de la gente del barrio; del apoyo que dan los sindicatos que anden por ahí, a la vuelta; del trabajo absolutamente imponderable de muchos uruguayos que primero sienten al prójimo. 
Algunos pudieron mantener el almuerzo en la Escuela (no la cena ni otras comidas).
Todo esto se hace si hay Escuelas abiertas y trabajando. 
¿Qué iba a pasar en vacaciones?

Allí fue donde apareció el Rober y nos aclara, con certeza meridiana, que se les dará alimentación a esos escolares y que el monto calculado es de $92 diarios y por cabeza.
Leyeron absolutamente bien: noventa y dos pesos.
Para los extranjeros: U$S 2 (dos dólares americanos) . EU$ 1,75 (un Euro con setenta y cinco)
Por cada gurí y por día.
Un litro de aceite de girasol vale $120, un kilo de arroz sale $60, un kilo de carne picada trepa los $400, un paquete de fideos secos de 500 gr sale $65, el litro de leche cuesta $36, el kilo de harina unos $60, el pan chico sale más de $120 el kilo. Los tomates salen unos $70 y la cebolla $45. 

Cualquiera de nosotros no podría hacer un almuerzo balanceado y rico por noventa pesos.

Mucho menos Rober.

Estoy seguro que, cuando Rober sale a comer aunque sea una pizza afuera, deja más de $92 de propina.
¿Rober nació sin alma o la fue perdiendo en estos últimos tiempos?
¿Es necesario que nos peguen esta tremenda patada en las gonias para que nos despertemos?

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