In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

jueves, 19 de enero de 2023

Maratón


por Verdecito

Era el primer viernes de carnaval y ya no quedaba en La pedrera ni una casilla de perro para alquilar. Habíamos salido de Montevideo tarde, a las corridas y después de una jornada de trabajo con los apuros de cada vez que nos vamos de licencia. La ruta fue un paspe, las gurisas no aguantaban más y a cada rato preguntaban cuándo íbamos a llegar. Habíamos hecho una reserva de palabra con una amiga de facebook que -por supuesto- no funcionó. Así  que ahí estábamos. En una esquina oscura, sin veredas y a contramano de un corso pobre y dislocado tratando de encontrar una habitación de alquiler que -según nos habían dicho- quedaba en el piso de arriba de la panadería.

Si no ven el corso no se van a perder mucho dijo el dueño del apartamento, pero les recomiendo que no se pierdan la maratón de mañana, salen de La Paloma a las nueve y corren todo por la orilla hasta acá. Bajamos a cenar por las gurisas. Al final no estuvo nada mal pero los restos deshilachados del corso eran insoportables así que nos fuimos a dormir con la esperanza que al otro día, descansados y renovados los ánimos, fuéramos otros. Nos despertó el olor de los bizcochos. A las 8 ya habíamos desayunado y teníamos el mate pronto para bajar a la playa. No le habíamos prestado mucha atención al dato de la maratón porque ¿qué tenía que ver una maratón en medio de carnaval? Bueno cuando estábamos por respondernos que nada, vemos venir una hilera corriendo por la orilla. El primero que pasó, despegado, fue un enorme gallo blanco de cresta saltimbanqui, descalzo y con pantalones a rayas, el segundo eran dos disfrazados de canoa con remos y todo, el tercero un pancho con mostaza corriendo vertical y más atrás un primer pelotón en el que se entreveraban una tortuga ninja de algodón, un huevo duro con vincha roja, un cuadro de José Pedro Varela con una ojota de menos, un pizarrón pequeño perseguido por un borrador enorme y el mismísimo gusano loco corriendo en línea casi recta.


Nosotros no terminábamos de reponernos cuando vimos que detrás de una momia perseguida por su propio sarcófago venía un Mickey sin cabeza, un flaco flaquísimo disfrazado de reposera y otro, de número cinco. La fila era larguísima. Lo más llamativo del fantasma que venía último no era su renguera sino cómo recortaba contra el violeta de la tormenta eléctrica que al final nos terminó corriendo a todos.


Comentarios


Muy bueno. Algunos pasajes me recordaron a Dino Buzzati. Y creo que configura muy claro lo fantástico moderno tal como lo han revisado Ross, Compra y esa banda.
Anónimo

1 comentario:

  1. Muy bueno. Algunos pasajes me recordaron a Dino Buzzati. Y creo que configura muy claro lo fantástico moderno tal como lo han revisado Ross, Compra y esa banda.

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