In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Historias de Speakers y Spicas

por Abelardo Abelenda

Desde las Spica hasta los Ipod nano han pasado 50 años de historias de palabras y música portátil.


Quedan pocas radios a transistores sosteniendo el paisaje sonoro montevideano.
Cada tanto me da por modificar ese paisaje y salgo a pasear la perra con la Spica que era de mi abuela. En una mano la correa siempre tirante sujetando a mi inquieta mascota; en la otra la radio, apretada en la palma de la mano, bien pegada a la oreja. 

- ¡Ay papá, no seas ridículo!-  me dicen mis hijos muertos de vergüenza cuando me ven salir.
Yo me río y disfruto del viaje en el tiempo.
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El Gaucho Yamandú Carrizo es un personaje del Mercado del Puerto, aparte de hacer sus recitados folclóricos, duros, sufridos de Serafín J. García. Anda con una Spica colgada en bandolera. No toca la guitarra, la música la lleva escondida adentro de la radio. Todavía funciona, cada tanto la enciende y te cuenta que la tiene desde sus épocas de trabajador rural en la solitaria campaña, cuando la "cantora" era la única voz que escuchaba en las jornadas de sol a sol arriba del caballo.

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El Cacho es un personaje del club, tiene una radio bárbara, onda corta o transcontinental. Cuando está caliente empieza a hablar con voz grave, gutural, casi un murmullo. Las ondas electromagnéticas que andan por el "eter" se le mezclan en la cabeza; en esos momentos de calentura es cuando saca lo mejor de su humor ácido, negro, implacable. 

De vez en cuando cae por el club algún loco simpático, de esos que todavía se pueden ver en las instituciones barriales. El tipo pasa por la puerta, siente el olor a asado, ve luz y entra. Se manda derecho para el parrillero del fondo. El tipo es conocido del barrio, entra a comer de garrón y habla, todo junto. Cuenta anécdotas, ansioso,  monopoliza la palabra. Al principio es divertido, hasta que pasa el rato y empieza a caer medio pesado. Ahí el Cacho levanta temperatura, se pone incómodo, refunfuña y comenta para un costado: 

- "Seguro, a todos estos locos los trae la bajada, caen al club porque Rossell y Rius es todo bajada para acá"

Es lo que tienen las bajadas, habría que torcerlas para que apunten para otro lado, o poner el zoológico más lejos.

El Cacho levanta las cejas, hace un gesto mordiéndose los labios y mirando al loco rezonga:  
- "Que radio que tiene ese muchacho".

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Todo tipo de reproductores sonoros van sustituyendo a la vieja radio transistor y sus audífonos color crema. Cada cual con su auricular en su mundo, el resto no se entera de nada.

Ya se ven pocos veteranos por las tardes del sábado o domingo escuchando la transmisión deportiva en la vereda, sentados en el escalón del zaguán con la cantora bien pegadita a la oreja. 

Cuando veo uno, como interrogando a una vieja postal, me acerco y le pregunto: 

- Jefe, ¿cómo va el partido?


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Prendí la radio cómo en un ritual
Pagano misterioso y futbolero
Crucé los dedos una vez más
Por los colores de mi amor
...
Estoy ahí
Ya sé que no pero yo estoy ahí
Sí el tipo de la radio me lo cuenta
Remonto en cada gol una cometa
Ya sé que no pero yo estoy ahí 


Fragmento de "El Tipo de la radio" de Tabaré Cardozo
Si la quiere escuchar, haga click aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=ScySSUOdyc8
 
 

Comentarios

 
Muy buen comentario sembrado de historias, Abelenda!
A mi los viejos ( bah...eran los Reyes, después nos hicieron creer que eran los padres..) me compraron una Mitsubishi chiquitita al salir de jardinera. Descubrí a los Beatles que cantaban She Loves You, me cambio la vida. Me sentaba en el escalón de la puerta de los aptos donde vivía con la radio pegada a la oreja escuchando Radio Independencia. Después, las ponías en bolsitas de pan rallado para bajar a la playa y que " no se te llenaran de arena". A la altura del Malecón. Cerquita del colector. Nos bañábamos entre deyecciones Galangueras y alguno que otro preservativo...y crecimos fuertes y sanitos...
Ya más grandes, íbamos al 25 de Agosto a ver el carnaval, cuando cerraron los tablados barriales en la calle.

Tano de la Mondiola ( y Villa Dolores)

1 comentario:

  1. Muy buen comentario sembrado de historias, Abelenda!
    A mi los viejos ( bah...eran los Reyes, después nos hicieron creer que eran los padres..) me compraron una Mitsubishi chiquitita al salir de jardinera. Descubrí a los Beatles que cantaban She Loves You, me cambio la vida. Me sentaba en el escalón de la puerta de los aptos donde vivía con la radio pegada a la oreja escuchando Radio Independencia. Después, las ponías en bolsitas de pan rallado para bajar a la playa y que " no se te llenaran de arena". A la altura del Malecón. Cerquita del colector. Nos bañábamos entre deyecciones Galangueras y alguno que otro preservativo...y crecimos fuertes y sanitos...
    Ya más grandes, íbamos al 25 de Agosto a ver el carnaval, cuando cerraron los tablados barriales en la calle.

    Tano de la Mondiola ( y Villa Dolores)

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