¿Será posible?
Estos días de obligatorio descanso, se exacerbó una adicción que no solo logra calentarme sino, lo que es peor, me quita la ya escasa creatividad de mi verba.
Me refiero al Facebook, menos gustosa que un asado, ni que hablar del gusto de un vino (que por más lija que sea y te deje la lengua violeta) no te genera en su lugar algo negro en tu bobo (nombre dado por el pueblo al zoronca).
En mi muy lejano y mal jugador de volley ball, era un pésimo bloqueador. Ahora ni juego a ese deporte (solo soy afecto a algún torneo de mandíbula) pero sigo siendo un muy mal bloqueador., extrapolando dicha palabra a la opción del Jetalibro de bloquear lo que no me gusta o me puede llegar a dañar el corazón (símil de zoronca o bobo como dije ut supra).
Dos razones me inhiben dicha posibilidad: por un lado un escondido deseo de autodestrucción y por otro que la mitad de mis contactos estarían bloqueados.
Pero escudriñando y pensando que seguramente pueda existir algún otro elemento, llegué a la verdadera razón de mi anti bloqueo.
Prefiero, aunque sienta dolor, que digan que Batlle era un señor, que gracias a Lacalle vivíamos mejor, que la seguridad que había cuando estaban los milicos, que hay que matar a todos los Kiki (nuevo nombre que desplazó a los NINI). Prefiero leer todo eso con un gusto amargo y seguir sin leer nada de lo que van a hacer para ganar a un Frente que a 19 meses está a dos puntos arriba que en igual período de la elección anterior.
Por eso no los bloqueo, por eso los leo y me regodeo de la falta de rumbo.
Y además, si ganan, cosa que no creo, puedo mirarlos a ka cara y decirles: "¿Sabés una cosa? ¡Sabelo: YO NO TE BLOQUEÉ!"
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