Una vez más la inoperante política del populismo fondoangostista cobra otra víctima.
Una a una fueron cayendo y solo la nostalgia nos puede acompañar.
Así desapareció la boletera o el pito de los boletos estudiantiles, suplantada por una anodina tarjeta magnética. Y quizás desaparezca el guarda, con sus bolsillos hinchados de monedas, los billetes hechos abanico entre sus dedos y el buen humor que le caracterizaba.
Así se fueron, casi sin despedirse, el querosene y las estufas de mecha; los apagones programados por barrios cuando en invierno subía el consumo eléctrico; el olor del Miguelete.
También desaparecieron la mayoría de los viejos con cataratas; las tarjetas de políticos para poder avanzar en la jubilación.
Hasta el Toto da Silveira ha desaparecido de las cámaras de Canal 4.
Pero el sentido adiós de hoy es a las bebidas alcohólicas de ANCAP. ¡Cuántas charlas fueron centradas con una botella de grappa con limón, cuántas amistades nacieron y se consolidaron con un Espinillar! ¡Cuánto tuvo que ver el Ron o el Cognac con muchos noviazgos, sociedades laborales, equipos de fóbal!
Hoy debemos decir adiós a estos compañeros del camino.
¡Y mientras tanto seguimos discutiendo si los abanderados escolares tienen buenas notas pero no los traga nadie o son los/las lindos/as de la clase pero no saben la tabla del 3!
Comentarios
Es que la nostalgia existe: las restricciones de las salidas a la calle de los autos con chapa par un dia y chapa impar otro dia!!!!!!!
Pepe
Es que la nostalgia existe: las restricciones de las salidas a la calle de los autos con chapa par un dia y chapa impar otro dia!!!!!!!
ResponderEliminar