In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

martes, 9 de octubre de 2018

Después de la primer tormenta

por Máximo Gur Méndez

Viejo como soy me cuesta aún encontrar la manera de entrarle a este tema tan jodido. Es que trato, como el resto de los galangueros, de darle forma irónica o de sátira a las cosas que nos pasan para poder reflexionar animados por la risa.
Pero hay temas que no tienen ni pies ni cabeza.
Estoy hablando de la victoria en primera vuelta del fascista brasilero Jair Bobonabo.
Hoy, ayer, mañana y pasado vendrán sesudos análisis políticos, sociológicos, antropológicos. Cualquier cosa menos hechos lógicos.
Porque no hay lógica para entender que en Brasil, donde más de la mitad de la población es negra, mulata o indígena, se haya votado a Bobonabo, un racista empedernido (que se vanagloriaba de haber enseñado bien a sus hijos como para estar tranquilo de que no iban a casarse con una negra) y tenga el 46% de los votos válidos.
¿Es lógico que el machista más misógino, que en plena sesión del parlamento le dice a una diputada mujer que a ella no la violaría porque no valía la pena, obtenga votos que seguramente también vinieron de mujeres?
Me falta lógica para entender cómo los pobres, que cada vez son más; los trabajadores que pelean por su salario; los homosexuales que buscan sacarse el peso del rechazo de encima, puedan votarle sin culpa.
¿Cómo entender que alguien, con mínima sensatez, vote a quien diga fuerte y claro que la dictadura brasilera se equivocó porque torturó mucho pero mató poco?
La gente, los brasileros de todos los días, no lo votaron porque representaba la antipolítica, el "que se vayan todos". Él es un político de pura cepa. Él es diputado desde hace 30 años. Sus hijos y familiares cercanos también son diputados. No es un outsider de la política como dijeron los aprendices de Cricri o de Bobonabo de aquí. Él estuvo siempre en el Parlamento, surgió de elecciones a las que critica.
No es un iluminado que viene a plantear soluciones. Sus planteos (viejos conocidos de la Historia) son combatir la violencia (que es mucha en Brasil) armando a la gente (el dice a la gente de bien; ¿cómo hacer para diferenciarla?) y felicitando a quien le pegue 20 tiros a un malhechor (Toda cursiva es Sic); privatizar todo lo privatizable, porque lo privado siempre es mejor que lo público, sin mirar hacia su costado argentino.
Entonces: ¿quién carajos lo votó?
¿Será que los brasileros de todos los días son como él?
Cuando Benito logró meterse en Italia o Adolfo en Alemania también tuvieron apoyo popular. No nos despreocupemos: también tuvo apoyo el apartheid o el Pato Donald Tramp.
A pesar de todo sigo teniendo un poco de esperanza en el ser humano.
Y en Brasil quiero apelar a los 40 millones de brasileros que no fueron a votar por nadie, o votaron en blanco o anulado. La derrota de Bobonabo no pasa por juntar los pocos votos que quedan fuera suyo. Pasa por empoderar a los que mejor se quedan en casa tomando una caipirinha.


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