In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

El consultorio del Dr. Froi (5)

 

por el Cascanueces de Malvín


Consulta 5
 
-      Buenas tardes doctor, necesito su ayuda, dijo el paciente antes de cerrar la puerta tras él.
-      Para eso estoy, le dijo Froi mientras calibraba con su mirada al paciente que se dirigía al diván.
En realidad Froi calibraba si el diván, su diván, el diván que había heredado de su tío Hermenegildo Froi, resistitía los aproximadamente 150 kilos que pesaba el señor.
-      Cuénteme su problema, estoy para ayudarlo, dijo. 
-      Bueno, como usted verá, estoy muy excedido de peso y necesito ayuda para bajar de peso. He probado de todo y finalmente me sugirieron que viera si usted me puede ayudar.
-      Claro, ya tengo la solución: la terapia de refuerzo de conductas negativas.
-      Que es eso, preguntó interesado el paciente. 
Froi se acomodó los lentes, tomó pose de erudito y comenzó su explicación:
-      Es una interesante terapia que presentaron en el “Meeting for the treatment of obesity and alimentation disorders” de la Real Sociedad de Gastroenterólogos de Londres.
-      ¿Fue al congreso en Londres, doctor?, preguntó interesado el paciente.
-      En realidad no. Lo trasmitieron en diferido por Radio Sport y se escuchaba un poco con interferencia, pero entendí bastante. Funciona mucho en casos como el suyo. Comencemos rápidamente que el tiempo, su tiempo, es oro (y el mío son dólares, pensó, pero no lo dijo).
Froi tomó su libreta y le dijo al paciente:
-      Ahora, cierre los ojos.
El paciente obedeció inmediatamente y previendo el éxito de la terapia, se sintió aliviado y relajado.
-      Ahora piense en una buena pizza con bastante muzzarella, panceta y huevo.
El paciente abrió los ojos como el dos de oro y girando la cabeza hacia la eminencia siquiátrica, le preguntó:
-      ¿Como? ¿Pero usted está seguro?
-      Por supuesto, confíe en mi.
-      Bueno, si usted dice, y luego cerró nuevamente los ojos.
-      Bueno, ¿pensó en la pizza?
-      Estoy en eso.
-      La muzzarella ¿está tostadita?
-      Si.
-      El huevo está cocido en la parte de la clara y medio crudito en la yema, ¿verdad?
-      Si, dijo el paciente, que empezó a sentír como la boca se le llenaba de saliva y su peristaltismo intestinal comenzaba a activarse. 
-      Ya que está, póngale un poco de cebolla caramelizada y obviamente, piense en una cerveza helada.
-      Por dios doctor, no puedo mas, casi no puedo hablar de toda la saliva que tengo en la boca. 
En ese preciso instante, sintió los pasos rápidos del doctor y luego un intenso, insoportable, penetrante e indescriptible dolor en las bolas. 
Cuando abrió los ojos, vio al doctor con un mazo de madera, que le había aplicado un martillazo ahí mismo, con tal fuerza que hubiera motivado una publicación científica sobre la cercanía del testículo izquierdo y la amígdala.
El paciente se tomó los testículos y cayó al piso boca abajo, retorciéndose de dolor.
Entre el zumbido de oídos y las náuseas que sentía por el dolor, escuchó que Froi le decía.
-      Tranquilo amigo, en 10 o 12 sesiones terminamos con su problema. Mañana hacemos lo mismo con un chivito canadiense, después con un buen plato de fideos con tuco y queso, después con un asado con una picada intensa, regado por unos litritos de vino y así seguimos. Dejamos fuera de esta estrategia a las lechugas y las zanahorias y asunto arreglado. Cada vez que vea una pizza o un chivito se va a acordar de este soberano martillazo en las bolas y solamente va a querer lechugas y zanahorias. Cuando se pueda levantar vaya nomás que por hoy terminamos. 

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