Cartas al Diretor (30)

Rincón de Artigas
(Rivera, casi Salto, casi Artigas)
 
Amoroso director
 
Siempre un pláceme correligionario escribir a El Debate, para ponerme al tanto de las riquezas de nuestro campo y la grandeza de nuestra patria.
Ruego no suele a destemplanza caudillesca, pero es que siento que las festividades de nuestra lealtad histórica y patriótica, ya no son lo mismo, querido (¡!)
Una se viene de la costa de Capri - casi que sin peinarse por pasar a París a tomar algunas maletas y los criados -, y así llegar a tiempo el 1° de setiembre a los campos donde nuestro líder fundador regara su sangre por liberarnos del socialismo marxista de los batllistas, y no puede menos que quedar sorprendida, por no decir defraudada, ¿te fijas?
 
Esa gauchada indómita, esos fogones luminosos de guitarreada y taba hasta el amanecer. Esos peones mancebos cepillando nuestra hacienda de corceles bravíos, esas chinas ahumadas en el locro patrio que mis nietos extrañan durante el año, esos asados al pie de la vaca, bien vale que una deje sus obligaciones para venir a honrar al héroe patrio y sus legendarias campañas.
Ah! Masoller eran las de antes, sí amoroso. En El Cordobés se respiraba a tierra indómita, cruzada por esas bravatas de alzada carnicera de “vivan los blancos, ca…!”. A degollar tocaban y nuestras abuelas y tías hacían cadenas de oración para que sus hombres volvieran sanos y con la patria arrebatada….. La paz de Aceguá fue un acto de traición a la que la divisa nunca acostumbraba, acostumbra ni acostumbrará. Dios mediante ya tendremos otra vez los campos bautizados por la divisa bicolor de la verdadera alcurnia.
 
Pero he aquí que no puedo sino desconsolarme en sus páginas benemérito editor (que si no es de apellido Beltrán ha de ser Gurméndez, apuesto), al llegar al sitio heroico y encontrarme con mujeres urbanas, ataviadas como en los salones montevideanos a la francesa, y hasta de botas que no eran de guasca ni cimarronas…!! Por mi madre que viene de los Saravia o Saraiva, de los Da Rosa, que nunca había visto algo tan fuera de lugar en el altar de la patria gaucha…¿Cómo digerir esta afrenta de botas de vaquero gringo para subirse a los toros navajos? Si sólo les faltó poner un foodtrack para vender hamburguesas y expender cervezas baratas en lugar de nuestra caña brasilera de contrabando histórico! Estoy ya en New York, en la galería de cuadros de mi sobrina Garay de Costa, así que veré su amable consuelo a mi llegada a tierras parisinas en el verano venidero.
 
Con cristiana estima

Nenonga de Herrera y Bordes
 
PD : una misiva de igual tenor supe dictarle a mi edecán Justino con destino a La Galanga, así suplico me disculpe Ud. si equivoco el correo postal
En el nombre del señor

Mi muy distinguida lectora Nenonga

No tengo muy claro si el peoncito que trajo esta carta hasta los confines playaverdences de esta redacción (un tal Justino) dejó la misiva de La Galanga o la de nuestro colega de la Plaza Matriz El Debate. Quise preguntarle pero el susodicho salió a la carrera pues estaba en horario de trabajo que, me explicó, es de 8 horas con extensión a 8 horas más si a usted le parecía necesario.

Dado que es la carta que tengo pasaré a explicarle que el asunto de las botas tiene nombres y apellidos. Resulta que una abnegada precandidata pálida, economista de fuste y de fusta para cuando se refería a las andanzas financieras del anterior gobierno populista, usó en varias ocasiones unas hermosas botas de goma a fin de enterrar sus extremidades en cuanto charco y cuneta encontraba. Así y todo no solo quedó afuera de la candidatura presidencial sino de la vicepresidencial, de la senatorial, de la diputación y ya venía afuera de la departamental. La otra chica pálida de renombre, la Shirley Valeria, no quiso cometer el mismo error y se calzó unas lindas botas compradas en Mercado Libre para estrenar en un baile que no se hizo.

Seguramente de allí proviene el dicho "Somos pocos pero bien calzados"

Le saluda con toda la estima necesaria

El autodenominado Director

Comentarios

¡Genial! No tengo dudas de que debe ser el sentir de éstas mujeres, que gracias a la Ciencia con numerosos tratamientos médicos y estéticos, zafar de ser como aquellas matronas de antes. No cambiaron, en cambio sus pensamientos.
Anónimo

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Que alegría leerla ña Nenonga! Sepa usté que yo la almiro, la idolatro y también la almiro. Por su don de gente culta y alcurniosa y por su lenguaje florido.
Comprendo sus preocupaciones por ese venirse abajo así, de su partido y sus más hondas tradicione. Cambiar bota e potro por bota e goma no tiene goyete, ni sentido, ni goyete.
Yo creo que usté tiene que golver y poner orden, porque si no, cuando por fin regrese va a encontrar al Masoyer hecho un nido de sindicalista e champione.
Sin otro particular, deseándole un buen año parisino, la saludo con respeto, dinidá, reverencia y alta autoestima:
Verdecito.