En el Cabaret de la Muerte ya no hay grelas

por Tano de la Mondiola

El Cabaret Morisco fue construido en la década de 1930. Tuvo un aire de misterio, retorcidos vicios y el embrujo de lo prohibido. Por su época, tuvo con Armenonville de Maroñas la prerrogativa de ser el predilecto entre unos clientes de mucha guita.

Pero el Morisco tenía una peculiaridad que lo hacía incomparable. Al estar frente al cementerio del Buceo, le decían “el Cabaret de la Muerte”. Con ese nombre lo conocí. La otra leyenda urbana que me contaban mis viejos y tíos en la Mondiola era que un feligrés, molesto porque la mujer de su predilección favorecía a otro hombre, la asesinó en un baño de sangre. A partir de allí, sería conocido como "El cabaret de la muerte" y, de acuerdo a la leyenda urbana, sería lugar maldito. Sarcásticamente, siguió atado a la muerte: fue morgue del Cementerio del Buceo y, ulteriormente, al producirse una serie de insólitos accidentes automovilísticos por los años 60, el tramo de la rambla donde se ubica sería conocido como "La Curva de la Muerte". En 1934 el edificio fue destinado a albergar el Museo Oceanógrafico (nombre que le seguimos dando mayoría de los montevideanos con cinco décadas y más), funcionando hasta 1940. Luego persistió cerrado hasta convertirse en Museo Zoológico Dámaso A. Larrañaga en 1956. De chico me impresionaba el esqueleto del ballenato en el techo y el cráneo de elefante, la elefanta Princesa del zoológico, que los viejos habían conocido viva.

Vaya esta Luna de Buceo, dedicada a tan característico lugar de Montevideo.

Comentarios

Belleza de pintura, Tano.
Tu pintura ayuda a el arte (y cuando hace frío en la rambla "Tu pintura ayuda a helarte")
Daniel

Gracias Daniel. Creo que lo que falto en la campaña fueron propuestas para enderezar la rambla. Es una ignominia tener que sufrir todas esas curvas, habrá Playas rectas, rambla recta pa todos o pa naides! 
Tano