In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

domingo, 18 de agosto de 2013

No era solo frío

Nuestro nuevo y desinteresado colaborador Black River masculló largamente lo que tenía que hacer: o volvía a escribir para La Galanga o no podría volver a mirarse al espejo. Sabiendo que ya no está en capacidad de afeitarse de memoria decidió volver a escribir.
Acá entonces otro relato futbolero más. Las identidades de los protagonistas se resguardan con anonimatos para salvaguardar la integridad del autor, que si se enteran lo matan.

No era solo frío


por Black River


Ciudad de Artigas
Partido de reserva divisional B, cancha de Centenario “Parque Celio Palma”, a orillas del Rio Cuareim, mes de agosto a las 9:00 horas, con una helada que todavía se mantenía firme a esa hora.
Jugaban Nacional y el locatario Centenario. Era la época que no existían los equipos deportivos de abrigo, era short y camiseta y en aquellas latitudes siempre camisetas de manga corta para amortiguar el verano.
En general, el escenario eran los 22 jugadores, los 3 jueces y los técnicos,  sus ayudantes, la pelota y la bruma de la helada que se iba levantando.
Pero Nacional siempre tenía un jugador como suplente, que nunca fallaba. En general nunca
entraba, su chance de jugar era que faltara uno para completar el 11 titular.
Ese día, a punto de empezar el partido, Nacional no llegaba a los 11 titulares, entonces le dicen al jugador número 12 que se equipe que va a jugar. Ello significó, pantalón corto y camiseta manga corta; pero sobre la hora llega el titular y nuevamente al banco, pero con la variante que esta vez está equipado.
Era un morenito, delgado, piernas finas, que siguiendo la tradición de heredar apodos, le decían “ponta fina” (punta fina)  como su padre.
Resignado, se sienta, arrollado sobre una piedra, de pantalón corto y camiseta manga corta como suplente y único espectador aparte de técnicos y ayudantes. El frio y la helada eran crudos.
De repente, “ponta fina” cae hacia un lado como desmayado; corren los técnicos y ayudantes y ven que está congelado de frío con los labios morados y ojos cerrados. Rápido diagnóstico, se congeló y uno de los ayudantes grita: “…andá a la casa de Don Márquez y pedile un café negro bien caliente para levantar a este gurí….”
Y en eso el “ponta” abre los ojos y dice ”…y unas galletas también….” 

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