por Máximo Gur Méndez
Hay números (les decimos redondos) que invitan a ser recordados. El 50 es uno de ellos.
Pero hay cosas (les decimos principales) que no necesitan de números redondos para ser recordadas.
Cuando las cosas principales pasaron en números redondos ni La Galanga se puede olvidar de mencionarlas.
El 14 de agosto de hace 50 años quedó para siempre grabado en la Historia más popular de nuestro Uruguay. Como en todos los Agostos los estudiantes liceales y universitarios luchan por su propio presupuesto. En nuestro paisito en agosto se vota la Ley de Presupuesto y las Rendiciones de Cuentas por lo que año tras año es el momento en que podemos poner en evidencia que la Educación necesita mayor presupuesto.
Pero hace 50 años las cosas estaban bien difíciles. No solo acá, en todo el Mundo, ese año '68 estaba convulsionado. El Mayo francés; la matanza de estudiantes en Tlatelolco, México; la guerra de Vietnam. Y acá el gobierno bermellón del Bocha Pacheco con su represión en aumento.
El 14 de agosto moría el primer mártir estudiantil de una larga y penosa lista que da hasta pena tener que recordar. Liber Arce, así se llamaba, fue el primero de la fila. Y ese año lo siguieron varios más. Y el año siguiente. Y el otro, y el otro.
Así hasta terminar la dictadura.
Muchos, muchísimos, demasiados estudiantes fueron asesinados, torturados o desaparecidos.
Durante todo ese tiempo.
Porque los estudiantes en serio no dejan de luchar por sus ideales ni cuando las cosas están feas. No dejan de planear mundos mejores, sociedades más justas, nuevos desafíos.
Incluso hoy, cuando parece haber ganado el "Hacé la tuya" hay estudiantes que siguen los pasos de aquellos que habían derrotado al "No te metas".
Yo ya dejé de ser un estudiante; es más: fui la media - generación siguiente a la de Liber Arce; a la que la dictadura enganchó y quiso domesticar.
Y solo hay una cosa que me deja tranquilo y en paz: tener a alguien a quien entregarle mis sueños.
Espero encontrarlos allí.
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