La entrevista a Lavenida Junior

por Máximo Gur Méndez

Ayer escuché en la radio la entrevista que la ex fiscal Falssati le hiciera al princeso Lavenida Junior el año pasado. 
Para los que no están al tanto: el jefe de custodias Haztelsano estaba en cana porque había saltado su participación en entrega a rusos de pasaportes truchos. Al obtenerse información de solo uno de sus tres celulares se le encontró participación en múltiples delitos como ser: espionaje a senadores del Fondo Angosto, confección de dossier a ex jefe de policía que votaba contra la LUC, coimeado de empresarios para ganar licitaciones y (entre otras muchísimas cosas) hasta el espionaje de la ex del princeso, la princesa Loli; en suma, una buena empresa paralela que Haztelsano había instalado en el piso 4 del edificio de presidencia, a un tiro de ascensor del princeso. Como todo esto fue trascendiendo a la prensa y nos íbamos enterando todos, la fiscal amenazaba con retirarse del caso pero el princeso la convenció. Y tanto la convenció que la ex fiscal Falssati se fue a tomar declaraciones al princeso a su propia casita. La ex fiscal luego nos dijo que se había encontrado con un hombre maravilloso, abierto, y que había contestado todas sus preguntas, durante una hora y media, hasta que se cansó de preguntar (SIC).

Lamentablemente para la ex fiscal también todos nosotros pudimos escuchar esa entrevista. Y para colmo de males la señora ex fiscal empieza diciendo hasta la hora en que empieza y termina diciendo la hora en que termina: 26 minutos corridos. 

Bastante distantes de aquella hora y media que la ex fiscal nos quiso hacer creer. 

Tan distantes como que se cansó de preguntar.

¿Alguno de los amables lectores de La Galanga se imagina lo que es un interrogatorio a un testigo, una toma de declaración para un fiscal? Lo único que le faltaba era haberle llevado aquellos bizcochitos que tanto le gustaban. 

No preguntó lo importante, no repreguntó ni una sola vez, el princeso solo cabeceaba los centros que amablemente la ex fiscal le levantaba.
¡Y por suerte solo fueron 26 minutos! De otra forma terminaban viendo alguna peli en Netflix.

Este encuentro con la fiscal (no me animo a darle el imponente nombre de toma de declaraciones) es lo más parecido a la entrevista a San Sebastián Marset, el narcotraficante más buscado pero que para la gente de Santo y Maña es un excelente tipo.

Lo de la incorporación de la ex fiscal Falssati al Partido Pálido, con bombos y platillos, es solo una coincidencia.

Comentarios

Eh! 26 minutos tardaron en acabar y a usted le parece poco? Mire Máximo, yo creo que lo suyo es envidia...
Don Jaterra.

Arriba galangueros !!! Ni un sólo minuto de tregua para estos mentirosos contumaces !!!

Anónimo