por Máximo Gur Méndez
¿Hasta cuándo seguirán callando?
¿Hasta cuando seguirán mintiendo?
Ayer, otra vez, el lento y pormenorizado trabajo de búsqueda de detenidos desaparecidos por el terrorismo de estado nos sacudió. Otra vez la tierra, la cal y la loza que les ponían encima no pudo aguantar la erupción de huesos y verdades de otros tiempos.
Lo que nos dijeron que no existió, existe. Son los cuerpos de los detenidos desaparecidos que uno a uno vuelven a salir, esta vez a pelear por otra verdad. A menos de 200 metros unos de otros han ido surgiendo de la tierra y de nuestras entrañas el maestro Julio Castro (con un tiro en el cráneo), el mercedario Ricardo Blanco, la embarazada y sonriente Amelia Sanjurjo. De todos se nos repitió hasta el cansancio que se habrían fugado, que estarían disfrutando sus dineros con otros soles. Pero acá estaban, enterrados, escondidos, desaparecidos.
Lo que nos dijeron que habían hecho con sus cuerpos culminaba una serie de mentiras. No los desenterraron para desaparecerlos finalmente. Ellas y ellos siguieron estando acá, muy al lado nuestro y sobre todo muy cerca de ellos. Porque en esos terrenos militares y solo allí se ha buscado y se ha encontrado.
Y a ninguno de nosotros se le ocurre que aquellos generales y coroneles que daban las órdenes iban también a agarrar las palas para cavar las fosas, tirarles cal, tapar con tierra sus crímenes. Ellos podrán callar porque cobardes fueron y cobardes siguen siendo. Pero el miliquito de uniforme de fajina que cavaba porque le mandaron cavar puede él sí hablar y contar, hacer más corta la búsqueda.
Ayer se murió Myriam Trinidad, la Trini, una incansable luchadora de todas las causas populares y sobre todo de los Derechos Humanos. Trini, compañera de siempre de mi Hospital de Clínicas, se murió sin haber podido nunca hallar los huesos de su hermano Liver.
Ayer, mientras Trini se moría otros permitían que este nuevo desaparecido saliera de su escondite.
Es la forma que Trini se dio para seguir buscando incluso después de morirse.
Comentarios
Hasta siempre Trini. La lucha sigue.
Rafael Sanseviero
Rafael Sanseviero
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Emocionante relato... hasta luego Trini , también sabremos dónde está Liver
Anónimo
Anónimo
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Gracias Dani, gracias , me embarga la emoción por tus palabras... Aunque la angustia sea siempre...que la TIERRA con la ayuda de todos , nos devuelva , lo que los militares indignos nos ocultan..."LA VERDAD NO PUEDE OCULTARSE , LA COBARDÍA DE LOS GENERALES, MUESTRA LA VALENTÍA DE LOS SUBALTERNOS...DE ELLOS VENDRÁ ...
ernesto 
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Hasta siempre Trini! Por suerte seguirán surgiendo voces nuevas para continuar la búsqueda
María José
María José
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