La galanga Vs. el violín
colaboración de Juan
Federico es un joven y muy inteligente abogado cuyo padre (otro abogado, como no podía ser de otra manera) tenía mucha, pero mucha plata y estaba enfermo de manera terminal.
Federico, que aún vivía con él, quedaría con todo el estudio y sus clientes y además con una fortuna, pero le preocupaba la idea de estar solo. Sin novia, casi sin amigos se sentía vacío.
Así fue que un día, al terminar su jornada, se fue al Bar Sportman donde se junta la flor y nata de la abogacía nacional. Allí, en una mesa al fondo, volvió a ver a una abogada conocida, caracterizada por una inmensa belleza y suma inteligencia.
Convencido de su habilidad se le acercó y le dijo:
- Estoy seguro que ni te acordarás de mi. Puede que parezca un abogado común y corriente pero mi padre, que está gravemente enfermo, tiene mucho dinero y, cuando él muera, heredaré una fortuna. Me encuentro solo y me gustaría saber si no estarías afín a conocernos más. Si querés podríamos ir a casa.
La abogada apenas entrecerró los ojos, pensó brevemente y le dijo que lo acompañaría.
Y así fue para su casa.
Y a los tres días se convirtió en su madrastra.
Los abogados pueden ser muy hábiles. Pero las abogadas además de todo, SON MUJERES
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