Juegos con Parónimos (4)

No hay do sin tres; ni tres sin cuatro. Es así que Violetero, firme seguidor de la aritmética aplicada, nos apabulla con su 4ª entrega de los parónimos.
Y parece que nadie se anima a su reto.
Lo dejamos para el final esperando el humo blanco de la capilla sixtina, acorde al contenido de esta nota ("de nada Hermana Bernarda")

 

Juegos con Parónimos (4)

por Violetero

A los malos cocineros, a veces la masa, les queda dura como una maza. (¿Quién te enseñó a cocinar, la hermana Bernarda?)

 

Dicen que la hermana Bernarda cocina setas y las agrega al final de todo.

Igual que las zetas, que van siempre al final de la receta; perdón, del abecedario. (Aunque el final de la receta es el mismo: comer)

 

A veces sale a segar el campo, sobre todo cuando el pasto está muy crecido, pero tiene que tener cuidado porque el pasto que salta de la máquina la puede cegar si le entra en los ojos. (Menos mal que usa lentes ¿no?)

 

Tuvo que poner un tubo en la cortadora de césped para juntar lo cortado y evitar males mayores. (Inteligente la veterana)

 

Pese a que es bastante sabia, una vez cortó sin querer una planta y le hizo perder toda la savia. (¡Qué cagada! Adiós plantita)

 

Yo quise grabar lo que dijo la hermana en ese momento, pero me intentaron gravar con un impuesto enorme y desistí de mi idea. (Y entonces decidí no escribir en “La Galanga” sobre estas cosas para evitar los posibles gravámenes)