El verdadero fruto prohibido

Mucha cosa no resultó cierta en los libros (por más sagrados que ellos fueran).
Capaz que la primer mentira fue la del fruto prohibido.
La galanga, lejos de la mentira y el engaño, está preparada para desempolvar uno de los secretos mejor guardados por la Humanidad: el verdadero fruto prohibido.
Ni Adán (tipo bastante ramplón, vea que le digo) ni Eva (mucho más avispada que aquel; es más, no parecía de esa época), ninguno de los dos, decía, se hubieran sentido atraídos por una mísera manzana, y menos aún por una Grand Smith. Fijense que tuvimos que esperar muchos siglos para que la mismísima Blancanieves sucumbiera a su tentación y la manzana estuviera propiamente envenenada.
Claro que si al común de los mortales le dicen que Adán y Eva fueron tentados por un pipián caguama no habrían entendido nada. Para nosotros una manzana es comprensible pero el pipián caguama (variedad entre güicoy - calabaza - y güisquil - chayote - que crece en el sur de Guatemala) nadie lo conoce.
Para todos nuestros lectores, entonces, he aquí el fruto prohibido.

El fruto prohibido

Por pedido de semillas: Monseñor Nitocás Tucoño