In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

lunes, 28 de mayo de 2012

Elecciones; ¿para qué?

por Máximo Gur Méndez (que vota hasta para ver quien compra el asado)

Ayer domingo se llevaron a cabo las elecciones internas de la fuerza política de izquierda de nuestro país, el Fondo Angosto, actualmente en el gobierno.
Obviamente las lecturas del hecho fueron tan diversas como los entrevistados.
Pero vayamos a algunas opiniones.
Para el senador del partido Bermellón Pedro Bordaybarre (el hijo pródigo) fue una muestra más del despilfarro oficialista. "¿Que necesidad de todo ese gasto: papeletas, publicidad, bolígrafos Bic, mate, etc.? Nuestro partido, fiel a la austeridad que debemos fomentar, elije a su Secretario General entre cuatro paredes y sin mayor alboroto. Y encima metemos a una mujer, que es más económica"
Por su parte el senador del partido Pálido Luis Alberto Lavenida, hacía ver que la mayoría de los fondoangostistas no sabían lo que se estaba eligiendo ni por qué. "A nosotros eso no nos pasa porque nos parece intolerable que gente no preparada, el populacho, esté eligiendo cosas tan importantes como su Presidente. Nuestro Partido, sin mayor problema, elige al Presidente del Honorable Directorio entre sabios y competentes prohombres de la Patria. Y alguna promujer también vota"
También opinó el Licenciado Meares, del Partido Independiente-de-si-mismo. "La última elección de mi partido tuvo una convocatoria de casi el 80% de los votantes de los últimos comicios. Nos reunimos en casa y pusimos el cuarto secreto en la terraza porque como había una sola lista le pusimos una piedra arriba y no se voló ni una sola"
Pero también opinó Monseñor Nitocás Tucoño. "Para nuestra congregación religiosa es muy importante elegir a nuestro lider. Por eso los habilitamos a votar después de cumplir los 82 años, cosa que la tengan clara".
Mientras tanto Mónica Lamier, el flaco Mengassi, Enrique Pelado (que de rubio le queda muy poco) y John Castle, se tomaban una grappa con limón.

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