El matrimonio es una institución que debemos proteger, sobre todo los que queremos practicar el humor.
La esposa, desnuda, está mirándose al espejo en su dormitorio, nada contenta con lo que ve. El marido, leyendo un poco en la cama, le escucha decir:
- Ay, Viejo. Me siento horrible. Me veo gorda, vieja, fea ... La verdad es que preciso un elogio tuyo YA!
- ¡De la vista estás perfecta!
La mujer termina de bañarse y desnuda, desde la puerta del baño, le dice a su esposo:
- Decime la verdad. Cumplo 48 años, pero ¿aparento la edad que tengo?
- A ver: si miro tu pelo te doy 30 años, si miro tus caderas te doy 40 años, si te miro las tetas te doy 35 años, si miro tus piernas te doy 38 años ...
- Ay, mi amor. ¿En serio pensás eso?
- Si, claro; pero esperá un poquito que todavía no terminé de sumar.
Acostados en la cama, la esposa, sensual, le dice:
- Quiero que me susurres al oído; excitame; decime cosas sucias.
- Bueno: living, platos, ropa, baño ...
En definitiva: ¿quien las entiende?
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