La frase del viernes sin jugadores de basquet.

Por Abelardo Abelenda

El actual formato de los campeonatos de básquetbol como producto consumible y vendible para la televisión, con jugadores que participan a la vez en 1ª, 2ª y 3ª, va exterminando la práctica del deporte. Y repercute hasta en los campeonatos de veteranos.

Ya no quedan play-guard en el cuadro ganador

Cuando en el 2003 se instrumentó la actual forma de disputar los campeonatos, a partir de que no se superponen la Liga Uruguaya con el Metropolitano (antigua segunda división) se permite que varios jugadores de la Liga “bajen” a jugar en el Metro. Especialmente varios jugadores sub-23 de los equipos de primera que se foguean y ganan “minutos” de juego en el metro y luego vuelven (retornan) a la Liga.

Esta forma de disputa, supuestamente permite que la televisión tenga un producto más vendible todo el año y que los sponsors teóricamente se acerquen más al Metro. También se argumentaba que permitiría tener una elite de jugadores que competirían todo el año, profesionalizando el deporte y levantando el nivel.

A 10 años de la Liga, estos son los resultados:

·         Se ha profesionalizado el básquet, un grupo de jugadores bastante menguado  juegan en primera, segunda y tercera hasta los cuarenta y pico de años.

·         Se hace imposible para muchos clubes de barrio financiar las temporadas por los altos viáticos de los jugadores cada vez más escasos

·         Los sub-23 de la Liga que bajan a segunda impiden el desarrollo de potenciales promesas juveniles que surjan en el Metro o en Tercera de Ascenso

·         Los clubes han perdido identidad. Los jugadores juegan un año en un equipo y luego en otro y otro y otro. Son un producto consumible.

·         No ha mejorado el nivel internacional, si mal no recuerdo, Uruguay no sale campeón sudamericano desde 1997.

·         Siendo un buen momento económico del Uruguay, los equipos de veteranos de +35 se empiezan a quedar sin jugadores jóvenes que renueven la categoría, fruto de que la mayoría de los que tienen 35 no tienen pertenencia a ninguna institución. En el club 25 de Agosto, hace 12 años casi no se integra ningún joven de 35 porque en 12 años ningún jugador del club jugó en su primer equipo. A varios equipos conocidos como ser Aguada, Trouville y Biguá les pasa lo mismo.

·         El campeonato de veteranos de +35 supo tener hace unos 5 años 20 equipos. Hoy en pleno crecimiento económico del uruguay empezaron 12 equipos, ahora son 11 y en breve quizás queden 10.

·         Los clubes se empiezan a quedar sin dirigentes o estos están envejecidos. Los ex-jugadores son una de las principales fuentes de reclutamiento de dirigentes. Hay varios clubes que han resurgido en base a directivas formadas por los equipos de veteranos. Ejemplo de esto son Montevideo, Auriblanco, Defensores de Maroñas que luego de la crisis del 2002 casi desaparecen.

·         Los dirigentes se sustituyen por mecenas que vienen y ponen plata, arman hoy un gran equipo, mañana se van y el club desaparece.

Perspectivas:

·         A los clubes de barrio les pasa lo mismo que a los tablados. Con la profesionalización del Carnaval, hace unos 15 años empezaron a desaparecer los tablados de barrio por que no podían solventar los costos. Quedaron solo 6 tablados grandes. La Intendencia tuvo que salir a subvencionar tablados y empezó a promover las murgas jóvenes que de forma amateur revitalizaron el carnaval y los escenarios barriales. La única diferencia es que el carnaval mejoró su calidad, el basquetbol no.

Hasta hace unos 10 años surgían algunos valores para la selección nacional que venían de segunda o inclusive tercera. Fernando Martínez que se formó en el club Montevideo en segunda división quizás sea una especie en extinción.

La pirámide de clubes de la FUBB se ha ido achicando, hasta transformarse en un triangulito. No hay más Cuarta de ascenso, ni reserva, ni sub-23. Por otro lado la demanda por el juego está, la Liga Universitaria crece cada día más.

 Ayer comentábamos esto en el tercer tiempo del partido de veteranos que compartimos con nuestro tradicional rival, Miramar: ya no hay jugadores ni para jugar en tercera. Es imposible sostener un régimen profesional en todas las divisionales, una parte tiene que ser amateur y los campeonatos deberían ser simultáneos, para permitir que surjan valores en los clubes que sean referentes de las formativas y futuros dirigentes y enamorados de su institución. Esa gente que siente y ama al club, le duele si viene un arribista hincha que grita y rompe todo pues no le importa nada. Ese recién llegado mañana va a ser hincha de otra cosa, va a consumir otra cosa.

Que desaparezcan clubes, tablados, conjuntos de Carnaval, que se rompan las redes que contienen y sostienen a la gente, también genera exclusión y por consiguiente, violencia.

Elmer, un viejo sabio del club que fue mascotita, jugador, capitán, técnico y dirigente del club -siempre honorario- sentenció hace un par de años: “en el basquetbol uruguayo no solo faltan jugadores altos, ahora también faltan enanos. Ni siquiera hay 16 bases buenos para los equipos de la liga”.

Ya no quedan centrojás

En el cuadro ganador

Nadie para la pelota

Como antes como antes

Nadie piensa todos corren

En el cuadro ganador

(fragmento de Ya no quedan centrojás, de Rumbo)