In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

jueves, 18 de abril de 2013

Recorrida por el Uruguay (1)

Violetero no se aguantó más. Seducido por la aventura de la Vuelta Ciclista del Uruguay le propuso a su amigo Cadorniano dar la Vuelta al Uruguay entero. "¿En tero?" dijo Cadorniano. "No creo que ese bicho aguante."

Recorrida por el Uruguay (1)


por Violetero



Estaba en casa en Pinamar y me preguntaba: ¿por qué yo no hago como los ciclistas y salgo a recorrer el Uruguay casi como ellos? Y digo “casi” porque yo no pensaba hacer mi recorrida en bicicleta; la haré en mi moto. Y entonces me decidí y vean lo que me pasó.
         Tomé por la Interbalnearia y al llegar a Salinas me puse muy contento. ¡Qué lindo
reconocimiento a los indios, pensé al ver el hermoso arco en la entrada al balneario! Al llegar a Atlántida, me llamó la atención ver muchas personas deambulando por sus calles y además totalmente secas. ¡Si hará tiempo que no paso por acá; suponía que todavía la Atlántida estaba hundida en el mar! En Parque del Plata retiré dinero del Banco y continúe mi camino.
         Entrando ya en Maldonado, aproveché al pasar por Bella Vista, para consultar al oftalmólogo. Me cambió la graduación de los lentes y al llegar a la playa más porno de nuestro país, o sea, Playa Verde, mis ojos se deleitaron al ver, con mucha nitidez, los cuerpos extendidos en la arena. Ni pasé por Pan de Azúcar, ¿para qué, si yo tomo el café amargo?
         Llego a Rocha y me asombró notar que el Cabo Polonio sigue sin lograr un ascenso: continúa siendo cabo desde hace muchos años. En La Paloma, esas aves siguen haciendo “de las suyas” y me enchastraron toda la cabeza. En La Pedrera me tiraron piedras de todos lados y lo que es peor, me tuve que escapar esquivando pedradas hasta llegar a Punta del Diablo, en donde había un calor impresionante: ¡parecía que estaba en el infierno! Todo mal en Rocha.
         Paso los límites interdepartamentales; llego a Treinta y tres y entro en Santa Clara de Olimar, la ciudad de los huevos sin yema. Escaseaba mi yerba y aprovecho para  comprarla en Villa Sara y al entrar a un baño público en Vergara, observo a un señor a mi lado y ahí me di cuenta por qué a esa ciudad la bautizaron así. ¡Impresionante el tamaño de esa…..ciudad!
         ¡Inteligente y adelantada la gente de Cerro Largo! Tienen una ciudad en donde enseñan a ladrar a los perros: Aceguá, pero vi muy poca gente en las calles; casi todos estaban en el velorio de un cura. Se habían ido a Fraile Muerto.
         Rivera, es todo lo contrario a Salinas, ya que mientras en Salinas hicieron un homenaje a los indios construyendo un monumento al “arco”, en Rivera no hay indios. ¿Será por el apellido? Además me trancaron en el camino en Tranqueras y tuve un atraso de dos horas, para llegar a la ciudad en donde tienen a las mujeres encerradas: Minas de Corrales. Y cuando llego a Vichadero seguí comprobando lo bien que veía con mis lentes nuevos.


Continuará

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