In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

sábado, 20 de abril de 2013

Recorrida por el Uruguay (2)


Violetero no se aguantó más. Seducido por la aventura de la Vuelta Ciclista del Uruguay le propuso a su amigo Cadorniano dar la Vuelta al Uruguay entero. "¿En tero?" dijo Cadorniano. "No creo que ese bicho aguante."

Recorrida por el Uruguay (2)


por Violetero





Tuve que apurarme nuevamente para poder llegar a Artigas. Estaba invitado a un casamiento y tenía que llegar en hora. Por suerte llegué sin complicaciones al casamiento en la ciudad ideal para casarse: Bella Unión. Antes estuve en una ciudad que no llueve desde hace años y sigue muy seca: Sequeira. Había pasado anteriormente en un bar y allí conocí al borracho más borracho del país por culpa de su nombre: el Sr. Gomensoro. Y ese sí, que no estaba seco. Le preguntaban ¿Tomás Gomensoro? Él decía siempre que sí, y así terminó…siempre tomando.
         ¡No sabía que Belén está en Salto! Por lo tanto, Jesús era uruguayo y más precisamente, salteño Me miraban en forma extraña cuando preguntaba por los descendientes de Jesús para hacerles un reportaje. Pasé por Constitución, también llamada “Carta Magna” y en Laureles me llevé varias ramitas para el guiso y llené el termo de agua caliente en las Termas.
         Había tomado demasiados mates y me vinieron ganas de hacer pichí. ¡Menos mal que en Paysandú pasé por Arbolito y pude sacarme las ganas detrás de la ciudad! Me perdí al querer ubicar la ciudad de Esperanza, pero estaba seguro que no iba a perderme más, porque la esperanza es lo último que se pierde. Lo que sí encontré en Tambores fue un “chico”. Muy lindo el tamboril; lo compré a buen precio.
         ¡Para que habré pasado por Río Negro! ¡Qué borrachera me agarré en Las Cañas! ¡Cómo habré quedado de destrozado que cuando llegué a Nuevo Berlín pensé que estaba en Alemania y en Young buscaba las fotos del antiguo delantero de Peñarol.
         La resaca era insoportable y me sentía muy mal. Cuando llegué a Soriano lo primero que hice fue ir al médico en Dolores. Le pregunté por mi tía Mercedes y le dije que tenía ganas de comer Palmitas. El médico me miró fijamente y me dijo: “usted está peor de lo que yo pensaba”.
         Al llegar a Colonia, lo primero que hice fue ir a la playa. No encontraba los lentes y sólo vi Conchillas chiquitas esparcidas por la arena. En Tarariras me puse a pescar y tuve que comprar un balde en Colonia Valdense para poner el fruto de la pesca. Pero el olor era insoportable y compré un perfume en Colonia para apaciguar el asunto. Entré en Rosario y aprovechando que estaban rebajados los mismos, le compré uno a una amiga que es muy creyente.
         Bajo una lluvia intensa llego a San José, pero no me dejaron entrar en San José de Mayo porque llegué unos meses antes. Excelentes peras comí en Rafael Perazza y gracias a ellas, entré muy liberado de mis intestinos en la ciudad de Libertad.

Continuará (porque no hay 2 sin 3)
         

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