Hoy se conmemora el descubrimiento que hizo Colón de que ellos no eran los únicos en el Mundo. Colón no descubrió América (que ya estaba descubierta hacía miles de años). Descubrió que no estaban solos. Después descubrieron que su ingeniería militar (de las más avanzadas en la época) unida a una buena dosis de ambición y falta de límites, alcanzaban para someter a los otros y quedárseles con todo.
Hoy, 522 años después, me toca descubrir Europa.
Bah! Europa es tan grande que es tan pedante decir descubrir Europa por haber estado en Catalunya, Bourdeaux y París como decir descubrir América por haber desembarcado en una islita en el Caribe.
Pero quiero contarles algunas cosas que he descubierto de Europa, sus habitantes, y luego, por extensión, de nosotros mismos.
Los seres humanos somos todos iguales. Los niños juegan y se ríen en un lenguaje que es universal. Se mojan con chorros de agua de las fuentes, remontan cometas (barriletes o pandorgas, según quien lo lea), corren dando saltitos. Y se ríen, se ríen de todo.
Y los grandes también somos iguales: tenemos preocupaciones, a veces estamos de buen humor y a veces todo nos molesta y somos antipáticos (aunque esto último es más frecuente en los parisinos). Nos gusta que nos digan gracias o por favor. Sabemos los mismos chistes de un lado y del otro del Atlántico: con Jesús (un catalán de primera) nos sacábamos chispas para ver quien sabía un chiste que el otro no supiera.
Así y todo hay cosas que hacemos diferentes: en Barcelona y alrededores no hay mugre en las calles. Los contenedores (que hay de 4 o 5 tipos diferentes, dependiendo del residuo) están todos limpios a su alrededor. El 11 de setiembre nos reunimos en Barcelona 2.000.000 de personas en una manifestación como nunca había logrado ver. Se terminó la manifestación y cada uno para su casa. Y en el piso de las calles (varios kilómetros) donde estuvimos reunidos NO QUEDÓ NI UN PAPEL!! Y ni qué decir que los paseantes de perros van con la bolsita correspondiente. En Barcelona, Gavá y alrededores vi un (1) único sorete de perro en la vereda.
Es cierto si que la ciudad más limpia es la que menos se ensucia; pero también es cierto que allá limpian mucho (a cada rato pasa un barrendero o similar) y que acá somos unos mugrientos que damos asco. Nos parecemos bastante a los parisinos y a todos los turistas que visitan París. Mejor dicho: somos su modelo mejorado.
Acá nos quejamos de todo. ¿Usted conoce a alguien que no se queje del tránsito uruguayo? ¿Nunca escucharon que para ir de tal lado a tal otro demoró casi media hora? ¿Saben cual es el promedio de velocidad en ciudad en París en un auto común (dicho por sus autoridades)? Viajan a la prodigiosa velocidad de ¡¡¡15,6 km/h!!!! En un tránsito caótico, absolutamente desordenado, embotellado y por calles estrechas. Así que a no quejarse de Av. Italia con dirección al Este, el viernes de tarde.
Eso si: en Catalunya sí se respetan las cebras, las señales de tránsito en general, los límites de velocidad, la alcoholemia. Tienen unas multas abultadas y les restan puntos en su libreta de conducir (¿saben cuánto sale sacar la libreta? Dos mil euros!!).
Entonces: ¿cómo carajos se desplaza la gente que tiene que ir a laburar? Fácil: tienen un sistema de Metro combinado con trenes urbanos y de corta distancia que son un lujo. En 20 minutos atravezás cualquier ciudad.
Y para enrabar todo ésto con el "descubrimiento de América" solo me resta decirles que mucho mérito de sus cosas buenas las tienen ellos mismos. Pero también de nosotros, los americanos. Cualquier palacete (de los reales o de la gran aristocracia de donde sea) fueron construidos gracias al aporte absolutamente desinteresado (y tampoco querido) de nuestros antepasados. Y toda esa plata (literal o figurada) quedó allá para siempre.
Comentarios
Precioso artículo, prosa brillante, gracias por tus comentarios como habitante de ese pequeño país que queda al nordeste de la península ibérica. Pero de todas maneras como decía el gran poeta "In all the sites (places) they cook beans".
Un abrazo muy fuerte mi querido Máximo!!!
Queco Jones
Muy bueno pa. Yo estoy descubriendo yankilandia, y será mucho primer mundo pero falta la cercanía entre las personas que me da Uruguay. Como todo; cosas a favor y en contra. Lo primordial es aprender y poner en práctica aquello que nos haga avanzar, y no me refiero a lo tecnológico.
Raiz Cuadrada Grande :)
Me alegro mucho hayan visitado la ciudad donde nací, porque todos sabrán que a mí me trajo la cigüeña desde París.
Viaje largo pero supongo lo habrán sabido disfrutar.Ahora eso sí, no entiendo a qué se refiere Máximo Gur Méndez con eso de las pandorgas. Me lo podría aclarar?
Língula
N. del E.: Hay algunos malhablados, nacidos en latitudes nortes del País (allá como por Salto), que no dicen "cometa" sino "pandorga". Al igual que no dicen "pica" jugando a las escondidas sino "topa" y ni siquiera dicen el consabido "pan quemado" sino un desconocido "pido mi sangre". ¿Que le vamos a hacer? Los salteños son así!
MGM
Precioso artículo, prosa brillante, gracias por tus comentarios como habitante de ese pequeño país que queda al nordeste de la península iberica. Pero de todas maneras como decia el gran poeta "In all the sites(places) they cook beans".
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte mi querido Máximo!!!
Queco Jones
Muy bueno pa. Yo estoy descubriendo yankilandia, y será mucho primer mundo pero falta la cercanía entre las personas que me da Uruguay. Como todo; cosas a favor y en contra. Lo primordial es aprender y poner en práctica aquello que nos haga avanzar, y no me refiero a lo tecnológico.
ResponderEliminarRaiz Cuadrada Grande :)
Me alegro mucho hayan visitado la ciudad donde nací, porque todos sabrán que a mí me trajo la cigüeña desde París.
ResponderEliminarViaje largo pero supongo lo habrán sabido disfrutar.
Ahora eso sí, no entiendo a qué se refiere Máximo Gur Méndez con eso de las pandorgas. Me lo podría aclarar?
N. del E.: Hay algunos malhablados, nacidos en latitudes nortes del País (allá como por Salto), que no dicen "cometa" sino "pandorga". Al igual que no dicen "pica" jugando a las escondidas sino "topa" y ni siquiera dicen el consabido "pan quemado" sino un desconocido "pido mi sangre". ¿Que le vamos a hacer? Los salteños son así!
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