El otro día había ido al dentista a hacerme el control que debería ser anual. Como habían pasado bastante más que algunos años no encontré al dentista que me atendía antes y elegí otro cualquiera, más por el horario disponible que por otra cosa.
Ya en la sala de espera, y como las revistas son mayoritariamente de boludeces ilegibles, me dediqué a ver los cuadros en la pared. Junto a los cuadros había una serie de Títulos universitarios colgados. Uno de ellos me llamó la atención: el nombre me sonaba a compañero mío del liceo Dámaso. Me fijo en la orden de consulta y ¡Zas! Estaba anotado con él.
- "Fulanito de Tal. Fulanito de Tal" me repetía mentalmente. "Tiene que ser. Ahora me acuerdo bien. Era uno que jugaba muy bien al basquetball y que no nos daba ni pelota a nosotros, que además de petisos, éramos unos troncos. Hijo de puta; me acuerdo que una vez se arregló con una mina divina y se floreaba como que fuera Fernando Morena"
Estaba en esos recuerdos cuando me llaman desde el consultorio.
El dentista era un tipo gordo y pelado. Como tenía el tapabocas puesto no vi que sus dientes estaban amarillos (¿tabaco, cigarrillo? Mala propaganda para un dentista) hasta que, al entrar yo, se lo sacó saludándome con la mano, llena de manchas y arrugas de piel de viejo. La impresión es que no podía ser el mismo, no me daban las cuentas con la edad. Tendría que tener solo 55 años. Pero el nombre era el mismo.
- Buenos días, Daniel. Soy Fulanito de tal, el odontólogo. ¿Ud. viene para un control?
- Si, si. Buenos días. Vengo para un chequeo.
- Siéntese por acá, recueste la cabeza. Así es; permiso - dijo mientras me ponía el babero de plástico.
- Ud. disculpe, Fulanito. ¿Ud. fue al liceo Dámaso Antonio Larrañaga?
- Si - me dijo mirándome por encima de los lentes de presbicia que usaba - Hice todo el liceo en el Dámaso.
- ¿En que años fue eso? - pregunté interesado
- Salí de preparatorios en 1976.
- ¡¡¡Pero vos estabas en mi clase!!! - le dije casi eufórico.
- ¿Ah si? ¿Y vos profesor de que materia eras?
Comentarios
Que cosas que pasan. Ese odontólogo debería ir al oftalmólogo, jejeje.
Un abrazo enorme desde Gavà (Catalunya).Queco Jones
Cerrá y vamos
Carito
Que cosas que pasan. Ese odontólogo debería ir al oftalmólogo, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo enorme desde Gavà (Catalunya).
Queco Jones
Cerrá y vamos
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