Máximo también es opositor

por Máximo Gur Méndez

Puedo afirmar sin temor: soy opositor.

Efectivamente me opongo a la estupidez humana, venga de donde venga.

Me opongo a la desmemoria, o peor aún, al olvido dirigido.

Me opongo a que algunos de ADEOM hagan todo lo posible para que se vean como los únicos culpables de la mugre ciudadana tanto como me opongo a los que sencillamente les echan toda la culpa a ellos sin percatarse que todos somos sucios.
Me opongo a los que muy orondos tildan de totalitarios autoritarios a otros olvidándose de los que se jactaron de "no perder nunca un conflicto con los trabajadores", o los que mantuvieron a los representantes de casi la mitad de la población sin lugar en la Corte Electoral.
También me opongo a los que creen que los cargos de gobierno, ministeriales, municipales, etc, o los de administración y gobierno universitario fueron, son y serán ocupados por cuotas políticas en vez de hacerse por el más idóneo.
Asi también me opongo a los que recuerdan el pasado guerrillero de una enorme cantidad de personajes políticos del Fondo Angosto y se olvidan del pasado político del Presidente del Consejo de Estado dicatatorial, o de los presidentes elegidos a dedo por la dictadura, o sus ministros, o los interventores de la Universidad, o de los ...
Me opongo a los que dicen boludeces porque tienen boca y un micrófono que las recibe y después tenemos que hacer pininos para desdecirnos o arreglarlas
Es por ello y más que soy opositor: me opongo al nabo, al nabo común y al encumbrado, al conocido de siempre y al que no lo parecía.
Solo me queda La galanga.