In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

domingo, 29 de julio de 2012

Jubilación de galanga (5)

En La galanga no solo destacan los galenos (que habemos varios) sino personajes tan disímiles como pagadores del BPS. ¡Si! ¡Eso también existe!
Y luego de varios decenios de trabajo en esa función el anecdotario que se recolecta es tan abrumador como el hipocrático.
Todas las anécdotas son rigurosamente verídicas. Solo se omiten los nombres y apellidos para evitar tener que pagar más pensiones a la invalidez.
Aquí les presentamos la quintaq entrega de Violetero, en su nueva columna.
Y por supuesto hay mucho más



NO  ERA  ASI


-¿Usted está enojada conmigo por algo? – le pregunta la pagadora a domicilio a la afiliada, al notar la “cara de malos amigos” que le mostraba.

-¿Cómo no voy a estarlo; si usted abandonó a su marido y lo dejó con sus tres hijos al pobre hombre? – le responde la señora.

La compañera no salía de su asombro y le pregunta:

-¿Quién le dijo esa mentira?

-El pagador que vino el mes pasado me dijo: “el mes que viene le va a venir a pagar mi señora. Es una mala persona; me abandonó y me dejó con mis tres hijos” – le dice la señora.

Era todo mentira. Simplemente el compañero le quiso hacer una broma a ella. Cuando la compañera llegó a la oficina casi lo mata al gracioso.



GEOMETRÍA



Esta es de un custodia policial que venía en el coche con nosotros en un día de pago.

Buscábamos un domicilio; ese policía y yo del lado derecho y el chofer y el otro policía, del lado izquierdo.

De repente, el policía ubicado detrás de mí grita:

-¡Miren que buena que está esa casa! , y señala con su dedo índice a la cual se refería.

-¿Qué tiene tanto de bueno esa casa? – le pregunta el otro policía.

-Que está revestida toda de ladrillo espejo – le contesta.

-Hay muchas casas que están revestidas así – le responde el otro.

-Si – le responde el primero – pero todas tienen los ladrillos acostados y ésta los tiene parados.

-¿Y eso que tiene de bueno? – pregunta nuevamente el segundo policía.

-¿Sabés cuántos ladrillos ahorrás? – le responde.

Creo que este policía no salvó el examen de geometría.



DICTADURA

 


Otra de policías.

En plena dictadura, abonando a domicilio en el Centro de la ciudad, estaciono el coche y me bajo para efectuar tres pagos. Le advierto al custodia policial que puedo tardar unos minutos y que para no aburrirse, encendiera la radio del coche.

Retorno a los diez minutos y el policía estaba escuchando el Informativo y el relator de turno dice algo así como:

“Fue remitido a la cárcel Floriano Almeida Rodríguez, oriental, casado de 43 años de edad, por pérdida inherente a los deberes de la Patria Potestad

-¡Qué tarado – exclamó el policía y se agarró la cabeza - ¡en estos momentos de dictadura ¿a quién se le ocurre protestar contra la patria?!


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