El nieto había terminado sus clases de liceo sin necesidad de dar ningún examen. Hacía tiempo que quería ir al campo a visitar a sus abuelos, donde nunca había estado.
- Abuelo, ¿y esos ventiladores tan grandes?
- No son ventiladores, son molinos; para extraer agua de las napas más profundas.
- ¿Y esos plumeros que se mueven?
- No, m'hijito. Son gallinas; ustedes los ven pelados y sin patas ni cabeza envueltos en los supermercados.
- ¿Y aquellas gallinas tan grandotas?
- No son gallinas, se llaman ñandú.
Y llegando a la casa le pregunta por una tortuga gigante que ve en el patio.
- Es un horno de barro. Allí tu abuela hace el pan casero.
- ¿Y la abuela? ¿Dónde está la abuela?
- Anda chateando en las casas.
- ¿Chateando? ¿Hay chat acá?
- No. Chateando porque está cagando en la chata, m'hijito
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