El tiempo no me da para todo: algunos se toman vacaciones en enero, hay que cubrir esos lugares porque el trabajo en general sigue, los políticos (principales proporcionadores de temas para La Galanga) están en zafra pre-electoral, aparece hasta el Bobo da Silveira ha darnos temas; en fin: no hay quien aguate.
Pero además yo mismo me estoy preparando para tomar mis merecidas horas de descanso en Valizas (solo 672 horas).
Quiere decir que hay temas que se tratan ya o no se tratan.
Uno fue el de Hey Rastrillo.
Pálidos y Bermellones se encontraron una vez más juntos en el medio del camino. Como otras veces supieron unirse en aras del bien mayor; esta vez: ganar una elección al Fondo Angosto.
Mucho antes de conocerse los resultados electorales de octubre pergeñaron el Partido Palillón, cosa que La Galanga venía observando desde hace tiempo (alcanza con que cliquee abajo en partido palillón para que le abra los artículos escritos con ese tema. ¡Somos crack!, ¿que le vamos a hacer?).
Uno de los primeros en apostar toda la plata a ese partido fue el pálido Gran Grandini con su vieja aspiración a ser Intendente de la Muy Fiel y Reconquistadora San Felipe y Santiago de Montevideo. Le duró poco porque además apostó a otro que no era Lavenida Junior y eso se paga, siempre.
Pero en los últimos días hasta los propios dirigentes bermellones decían que iban a hacer campaña por el tercer candidato del Partido Palillón: el nunca visto Notevick. Hubieron runrunes de que era una falta grave hacer campaña por otro que no fuera bermellón, que podrían ser expulsados del partido. Tuvieron que dar marcha atrás por el peligro de que no quedara nadie para cerrar el portón principal de Martínez Trueba 1271.
Tan solitario quedaba Hey Rastrillo que decidió dar un salto al costado y volver a trabajar de médico.
Es que él no se había dado cuenta que cualquiera, al que nadie propusiera o apoyara, iba a tener más sostén que alguien al que apoyaran los bermellones.
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