En La galanga no solo destacan los galenos (que habemos varios) sino personajes tan disímiles como pagadores del BPS. ¡Si! ¡Eso también existe!
Y luego de varios decenios de trabajo en esa función el anecdotario que se recolecta es tan abrumador como el hipocrático.
Todas las anécdotas son rigurosamente verídicas. Solo se omiten los nombres y apellidos para evitar tener que pagar más pensiones a la invalidez. Aquí les presentamos la entrega Nº11 de Violetero, en su nueva columna.
Y por supuesto hay mucho más
OTRA VEZ
Muchas personas venían por el B.P.S.
para solicitar el formulario para la “canasta de alimentación”, pero un día
aparece una señora a la cual se la habían negado y pretendía solicitarla
nuevamente. Su pedido fue bastante lógico:
-¡Quiero un formulario para la
“recanastación”! – solicitó con vehemencia.
¿CONFUNDIDA O EQUIVOCADA?
-Quiero
una Pensión - me dice la señora.
-¿Pensión
por Enfermedad? – le pregunto.
-Claro
– me responde la señora.
Al igual que en el caso anterior;
tomo un formulario, le solicito me brinde sus datos y al entregarle el
formulario le informo:
-este formulario tiene que ser
llenado por su médico, detallando la enfermedad que tiene.
-¿Qué médico? – me pregunta
incrédula.
-El médico que la atiende a usted –
le digo.
-A mi no me atiende ningún médico.
Soy muy sana – me contesta.
-Pero entonces, si es sana... ¿cómo
va a pedir Pensión por Enfermedad?
-Ah; no se; me dijeron que podía
pedir pensión – me dice.
-Si. Esta bien; pero si está enferma
puede pedir; si no, no – le contesto.
-Igual me llevo este papel – me
dice.
-¿Quién se lo va a llenar, un arquitecto?
– le pregunto.
MULTIPLICÓ BIEN
-Quiero
un formulario para pedir la
Pensión – me dice una señora.
-Hace
tiempo le entregamos uno – le expreso.
-Si
– manifiesta ella – pero la
Pensión me la “renegaron”
-¿Qué
significa que se la “renegaron”? – le pregunto.
-¡Qué
me la negaron dos veces! – me responde.
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