In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Jubilación de galanga (12)


En La galanga no solo destacan los galenos (que habemos varios) sino personajes tan disímiles como pagadores del BPS. ¡Si! ¡Eso también existe!



Y luego de varios decenios de trabajo en esa función el anecdotario que se recolecta es tan abrumador como el hipocrático.

Todas las anécdotas son rigurosamente verídicas. Solo se omiten los nombres y apellidos para evitar tener que pagar más pensiones a la invalidez.
Aquí les presentamos la doceava entrega de Violetero, en su nueva columna.
Y por supuesto hay mucho más

TRES  DE  TELÉFONO



¿RAYOS   X  O  VISOR?  (ESTA  ES  UNA)


            -Me llamaron por teléfono para que viniera al B.P.S. –  me asegura  un señor.
            -¿Qué trámite tiene usted en el B.P.S.? – le pregunto.
            -Ninguno – me aclara.
            -¿La persona que lo llamó no le dijo en qué Sección debía presentarse? –  le pregunto.
            -No – me responde.
            -¿Tampoco la persona que lo llamó le dijo cómo se llamaba? – le interrogo.
            -No. Sólo sé que me llamó por teléfono un señor bajito – me contesta.



TENÍA  RAZÓN  (OTRA  MAS)



            Llamo por teléfono a una casa para citar a un afiliado.
            -Hola. ¿Hablo con la familia Fernández? – consulto.
            -Si – me responde una voz de niño.
            -¿Cómo te llamás? – le pregunto.
            -Fabián – me responde.
            -¿Cuántos años tenés? – le interrogo.
            -Cuatro  – me responde.
            -¿Decime...no hay en tu casa alguna persona mayor con la que pueda hablar? – le pregunto.
            .Si; esperá que lo llamo.
            A los pocos instantes una voz del otro lado del teléfono me dice:
            .Hola.
            -Hola – le respondo - ¿cómo te llamás?
            .Santiago – me dice.
            -¿Cuántos años tenés – le pregunto.
            -Seis – me dice.
            -Que te vaya bien Santiago. Llamo más tarde. Gracias – le digo. Y corté. 
            Santiago era mayor sin duda. Fabián tenía razón.




ALGO  SABÍA  (LA  ÚLTIMA)


            -Tiene que dejarme un número de teléfono – le digo al interesado que estaba atendiendo.
            -No tengo teléfono, pero le puedo dejar el número de celular de mi hija – me dice.
            -Bueno. No hay problema. ¿Cuál es?
            -Anote – me dice.
            Y empieza a decirme:
            -099....y de los demás números no me acuerdo.

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