In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Las pirañas del presidente

La frase del viernes, por Abelardo Abelenda

Helios de Colonia Valdense me recordó una vieja anécdota que yo ni me acordaba, en los noventa cuando  remontabamos a remo el río Rosario y pasó el yate presidencial.
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Era el 20 de abril de 1991, como parte de los festejos por los 700 años de Suiza, los 130 años de Colonia Suiza y los 50 años del Club Náutico Concordia, participamos con Eduardo y Juan Carlos de una regata de la Boca del Rosario al club Náutico, cerca de la ciudad de La Paz (Colonia Piamontesa), primer asiento de los valdenses en Colonia.

Salimos primeros a las 8 de una fría mañana. La bruma de la helada se levantaba del espejo de aguas como si estuviera hirviendo.  Una damajuana de 5 litros y la energía de los veinteañeros era todo el combustible que llevabamos para recorrer los 18 kilómetros de travesía.

El tenue sol empezó a acariciar la piel. lentamente fuimos entrando en calor por fuera y el vino ayudaba por dentro. Después de una hora de remar ya estábamos muertos de calor, así que uno se animó a pegarse una zambullida. ¡Guaaaa! está helada!

En eso se asoma por un recodo del río un yate más ostentoso que todos los que habían pasado. Venía con una bandera uruguaya enorme. Grande fue nuestra sorpresa cuando vemos acodado en la baranda al mismisimo presidente Lacalle, tomándose un "tecito con hielo", como entrando en calor.

El Cuqui pasó, vió al valiente bañista de agua helada y le grito:

- Tené cuidado con las pirañas.

A lo que el bañista le devuelve:

- No hay cuidado, esas van arriba de los barcos.

Pasaron los kilometros y las horas, pasaron los buches del tinto casero de la bodega Gilles-Geymonat. Por fin, cinco horas después de la salida, vemos el humo que salía del monte criollo y sentimos el olorcito del asado con el cuero chamuscado.

Una tía vieja de mis amigos nos recibe gritando una típica frase de bienvenida en Patuá -el ancestral dialecto valdense- "la polenta está servida". Una oración con varios contenidos simples y profundos, la hospitalidad, la alegría de tener un plato de comida y de poder compartirlo con la familia.

La veterana era una de las últimas que sabía hablar el viejo dialecto y nos ofrendó sus palabras musicales.

El asado con cuero, la polenta del inmigrante, el whisky del presidente y el río Rosario nos llevan indudablemente a la canción "el Pichonero", de José Carbajal. Canción que me hizo escuchar atentamente un viejo amigo del basquetbol oriundo de Rosario; de chico el compartía la olla con muchos hermanos y le agregaba proteínas con lo que cazaba: "polenta con pajaritos".
 
Si quiere oir "El pichonero"  en yotube oprima aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=I4Yszc1Eodo&list=RDI4Yszc1Eodo#t=220

Desde el Rosario Oriental
baja con el mismo nombre
arroyito de agua dulce
vestido de camalotes
lágrimas de un niño pobre
al río grande como mar
mezclándola con la sangre
que le ragala el ceibal

Del tembleque a la mulada
todo el dia debe andar
el silencio es su vaquiano
y la piedra su puñal
lo miran las pasionarias
flores del burucuya
y en sus frutitos naranjas
sus penas puede endulzar

Cazando, cazando el pichonero va
piecitos descalzos por el espinal
su bolsa vacía quisiera llenar
aún queda un buen trecho para caminar

...
 
Llanto palomero se puede escuchar
cien nidos sin hijos y un nido con pan
el que nace pobre aprende a matar
cuando muera el hambre pichoneros ya no habrá

El Pichonero
de José Carbajal el Sabalero

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