El corolario lo pone cada uno.
La vaca de Minsk
La única vaca de un pequeño schtetl (pueblo) judío de Rusia
dejó de dar leche.
Los pobladores hicieron una investigación y encontraron que
podían reemplazarla comprando una vaca en la gran Moscú por 2.000 rublos o una
en la ciudad de Minsk por 1.000 rublos...
Siendo frugales, compraron la vaca de Minsk. La vaca era
maravillosa.
Producía muchísima leche todo el tiempo y la gente estaba
sorprendida y feliz.
Entonces decidieron adquirir un toro para que con la vaca
pudiera reproducir más vacas como esa. Pensaron que nunca más tendrían que
preocuparse en conseguir leche.
Compraron un toro y lo pusieron en el mismo campo con la
vaca.
Sin embargo, cada vez que el toro se acercaba a la vaca,
ésta se alejaba.
No importaba de qué modo el toro trataba de aproximarse, la
vaca se retiraba lejos del toro y el animal no tuvo éxito en lo que intentaba.
La gente estaba muy preocupada y decidieron consultar al
rabino - un hombre muy sabio - qué es lo que tenían que hacer.
Le contaron al rabino lo que estaba pasando:
- Cada vez que el toro
se aproxima, la vaca se aleja. Si se aproxima por atrás, ella se mueve hacia
delante. Si se acerca por el frente, ella retrocede. Si el acercamiento es por
el costado, la vaca se va hacia el otro lado.
El rabino pensó por un minuto y preguntó:
- ¿Uds. compraron esta
vaca en Minsk?
La gente quedó estupefacta, ya que ellos nunca habían
mencionado el origen de la vaca.
- Ud es realmente un
hombre sabio, rabino. - le dijeron -
¿Cómo sabía que conseguimos la vaca en Minsk?
El rabino contestó tristemente:
- Mi señora es de
Minsk...
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