Rudy es un tipo que se ha tomado las cosas con humor. Y eso no es gran mérito pero cuando uno hace eso en el centro mismo de Buenos Aires, Argentina, el acto tiene algo de épico.
A Rudy le cuesta despegarse del psicoanálisis, del estudio de las personalidades, de ver al otro entrecerrando los ojos (pero sin dormirse).
Nosotros en La Galanga estamos chochos. De eso no entendemos mucho (por no decir nada) pero quedamos como unos genios con los lectores más cultos de La Galanga.
Y encima es gratis.
Lo único que Rudy pide es que digamos de dónde le robamos sus cosas.
Esto es de Sátira 12 (su propio suplemento de humor del diario argentino Página 12) del 14 de noviembre.
Rudy: la próxima vez también prestanos plata.
Todos para uno
¿Cómo le va, lector, cómo anda? ¿Preocupado por lo que
puede/a pasar el/la domingo/a que viene/a? ¿Angustiado/pensando que hay cosas a
las que no quiere volver? Lo conocemos, lector, nos conocemos, y sabemos que
compartimos esa incertidumbre. Y aunque –dirá usted, diré yo– incertidumbre
hubo, hay y habrá siempre, porque así es la vida, hay algunas que son mas
inciertas que otras
¿O quizá no le importa, porque piensa que “pase lo que pase
va a ser malo”? Lector, no crea eso, la historia tampoco es así, ese pesimismo
es una manera de defenderse, nuevamente, de ese “no saber” lo que va a pasar
mañana, esta tarde, enseguida. No lo sabemos. ¿O usted es de los que piensan
que “pase lo que pase a mí me va a ir bien y los demás no me importan”?
Tampoco le aceptamos esa certeza delirante, lector, pero
además, no creemos que usted sea de ésos. Porque es nuestro lector, ha crecido
con nosotros, hemos crecido con usted, y entonces, nos importamos mutuamente.
Por supuesto que usted tiene el derecho del mundo de votar a
quien quiera, pero... bueno, lo conocemos y confiamos en usted. Sabemos que su
capacidad para tragar sapos es importante, pero tragarse un dinosaurio
entero... lo supera. Bueno, eso es lo que pensamos.
Es cierto, lector, que estamos viviendo tiempos difíciles, y
que hay gente que añora los tiempos... peores. Por ahí porque era más joven,
quizá porque simplemente no los vivió, y entonces tiene la imagen idealizada
de, por ejemplo, el dólar barato ¡De verdad que el dólar estaba barato, solo
costaba nuestra luz, nuestros teléfonos, nuestro petróleo, nuestra agua,
nuestro trabajo...!
Si en el 95 se impuso el voto cuota, en el 2015 tratemos de
que no se imponga el voto “cuota de tilinguería”. Usted sabrá, yo sabré. O no
sabremos nada.
Son tiempos raros, en el que los vínculos terminan antes de
empezar, en el que poca gente tiene en cuenta al otro/o, y las más de las
veces, lo/a tiene en cuenta para sacarle provecho.
¿Antes no era así? ¿Era así pero se notaba menos? No lo
sabemos.
Pero lo extraño es que los vínculos suelen terminar ignorando directamente la existencia de la otra persona, en ese tremendo “no sos vos, soy yo”.
- No sos vos, soy yo (Narciso).
- No sos vos, somos nosotras (multipersonalidad).
- No soy yo, soy yo (esquizo).
- No sos vos, es Pepe (histérica).
- No soy yo (existencialista).
- No sos vos, es la puerta (fóbico).
- No sos vos, son ellos (paranoico).
- No sos vos, sos un conejo (delirante).
- No sos vos, sos tu zapato (fetichista).
- No sos vos, sos yo (dependiente).
- No sos vos, sos vos, no sos vos, sos vos, no sos vos, sos vos, (obsesivo).
- No sos vos, sos mi mamá (edípico).
- No sos vos, es tu hermana (perversito).
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