por Máximo Gur Méndez
De chico me gustaba ir a la feria. Allí mi Vieja me enseñó a comprar frutas y verduras, quesos y chacinados, a precios más baratos que en cualquier almacén (los supermercados, que ya existían, eran una rareza). Claro; había que tener cierta práctica. Los feriantes (lo siguen haciendo) ponen la "muestra" bien a la vista del comprador ... pero te dan de la parte de atrás del montón donde tienen mucha porquería mezclada.
Eso parece ser la norma en todas las ferias.
Seguramente por eso es que nuestra Galanga no fue invitada a participar de la 38° Feria Internacional del Libro que se desarrolla en la Explanada Municipal y edificio anexo de ladrillo a la vista. No me termina de convencer la explicación dada por sus organizadores: "Es una feria de libros; ustedes escriben un blog, que está en el éter, ninguna imprenta se animaría a publicarlos ... porque es muy extenso el material y ... bueno 'tá. No van a estar en la Feria".
"Ustedes se lo pierden" me dije en silencio y me fui.
Me propuse hacerles el boicot y privarlos de mi grata presencia hasta que me llegó el siguiente aviso.
Resulta que un Médico Psiquiatra, pero fundamentalmente un Psicoanalista, de profundas raíces maragatas, valiéndose de la exuberante personalidad de Paco Espínola se mete a analizar las
mentalidades - desde la violencia a la piedad.
Muy conocido en el medio porque, entre otras, ya se metió varias veces con Paco.
Pero yo quiero destacar, fundamentalmente, un libro que me ayudó a entender muchas cosas y que hoy (¡dieciséis años después de publicado!) re adquiere total vigencia ya que se refiere a la malhadada figura del capitán Tróccoli, en pleno juicio en Italia por torturas, desapariciones y asesinatos donde fue a esconderse cuando huyó del llamado de la Justicia uruguaya.
Así que los invito a ir este sábado próximo a las 21 horas al Salón Rojo de la Intendencia a ver la presentación de su nuevo libro. Y, por supuesto, a conseguir el libro del '99 El Capitán por su boca muere (ediciones Trilce).
P.D.: Bueno. Si. Es cierto. Daniel Gil es Papaniel, mi tío. Suegro además de Abelardo Abelenda y lector contumaz y reincidente de nuestra Galanga.
Pero todo es cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario