por Mínimo Gurméndez
Faltaba que se tuviera que tratar algo importante para que volvieran a aparecer las fisuras en algunos legisladores del Fondo Angosto.
Es obvio que la colcha de retazos oficialista tiene costuras débiles. Eso no es patrimonio del oficialismo político: las otras colchas de retazos también se desgranan como vimos en las elecciones departamentales y ahora cuando se conocen lo que hablaban por teléfono los que cambiaban de color político.
Pero en el Fondo Angosto las agachadas políticas molestan bastante más que en pálidos o bermellones. Pasó cuando frente a la Ley de Impunidad el diputado Víctor Sanpeperoni se hizo el fesa total y no votó junto al resto.
Ahora llegó al Ley de Presupuesto y Víctor Sanpeperoni otra vez mostró su hilacha, esta vez ayudado por el Gran Darío y Sergio Soret. Como los milicos grandes les dijeron a los milicos chicos que si se disminuía el gasto militar muchos milicos iban a quedar sin trabajo (no sabía que ser milico era trabajar) estos se rebelaron y no querían que eso les pasara a los miliquitos del interior.
En primer lugar: creo que debemos de una vez por todas empezar a ver si no se puede hacer algo más productivo con gran cantidad de paisanos jóvenes que en el Interior solo les ofrecemos la carrera de milico ("Usté a lo que se mueva le hace la venia; y a lo que esté quieto me lo pinta de blanco").
Y en segundo lugar: obviamente no reniego de las discrepancias; por el contrario: son valiosas y ayudan a entendernos. Pero cuando discrepamos siempre y en lo más importante; ¿no será que somos sapos de otros pozos?
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