In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Jubilación de galanga (8)


En La galanga no solo destacan los galenos (que habemos varios) sino personajes tan disímiles como pagadores del BPS. ¡Si! ¡Eso también existe!
Y luego de varios decenios de trabajo en esa función el anecdotario que se recolecta es tan abrumador como el hipocrático.
Todas las anécdotas son rigurosamente verídicas. Solo se omiten los nombres y apellidos para evitar tener que pagar más pensiones a la invalidez.
Aquí les presentamos la octava entrega de Violetero, en su nueva columna.
Y por supuesto hay mucho más




SE  BUSCA


            -¡No encuentro a mi nieta! ¡Se perdió María Eugenia! ¡Ayúdenme, por favor! – gritaba desesperada una señora en un local de pago del B.P.S. en Lagomar.
            Tanto fue así, que uno de los cajeros cerró momentáneamente su caja y se dispuso a ayudar a la abuela.
            El revuelo fue general. Gente del público, policías y demás en una búsqueda incesante pero que no daba los frutos esperados.
            Todo el mundo a los gritos y mirando por todos los rincones.
            Después de un buen rato de gritos y nervios, dice la abuela:
     -perdónenme;  acabo de recordar que mi nieta no vino hoy conmigo.


¡QUE  HAMBRE!


Se acerca a pedir su recibo jubilatorio un Ex Intendente que adujo en su momento, que las hormigas habían comido toneladas de azúcar que estaban en un depósito y una compañera comienza a cantar:
“allá en la fuente – las hormiguitas – están lavando – sus enagüitas...”



TRABAJANDO  EN  RIVERA

(TAN  LEJOS  NO  SE  HABÍA  IDO)


            Apenas llegado a trabajar en Rivera, los compañeros me dijeron, con toda mala intención, que atendiera a una señora que estaba esperando en el mostrador. Me acerco a ella y me doy cuenta enseguida por los gestos que hacía que era sordomuda, conocida por supuesto, por los compañeros.
            Me señala con su dedo índice los formularios de solicitud de Pensión por Invalidez donde los funcionarios debemos marcar los diferentes recaudos que debe presentar el solicitante.
            Entonces comienzo a señalarle con una lapicera los diferentes certificados que debía traer. Ella me iba asintiendo con la cabeza, hasta que aparece “recibo de sueldo de la madre”. Me hizo señas con su mano abierta y moviéndola hacia arriba en un gesto, que para mi resultaba inequívoco, de que su madre estaba en el Cielo, o sea, fallecida.
            Ante ese gesto, le anoto en el papel: “Partida de Defunción de su madre”. La señora saltaba y movía los brazos en forma desesperada; de repente me saca la lapicera de la mano y escribe en un papel: “está en Buenos Aires”.
            -Ah – le digo, mirándola para que me leyera los labios – entonces no se fue tan lejos como yo creía.
            La señora se retiró “muerta de risa”, pero lo más gracioso del asunto, fue que cada vez que nos veíamos por la calle, nos hacíamos el gesto con la mano en movimiento hacia arriba, como significando “está en el Cielo”.

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